La economía española, asediada por las dudas de los mercados
internacionales, se esfuerza por mostrar los primeros datos de
recuperación. La mejoría en la producción industrial, algunos
indicadores de consumo o el último dato de desempleo son, en opinión del
Gobierno, un signo de confianza en el futuro.
Pese a todo, la economía española tardará tiempo en recuperar el
nivel de actividad empresarial. Desde que comenzó la crisis (segundo trimestre de 2008), todos los días se declaran en quiebra una
media de 16 empresas, hasta sumar 10.503 procesos, según
datos del INE.
En el primer trimestre de 2010, se declararon 1.623 procedimientos de quiebras, un 2,8% menos que en el mismo período
de 2009. En los últimos meses, la destrucción de sociedades por esta vía
legal se ha estabilizado, después del techo histórico registrado entre
marzo y junio de 2009 (1.727 empresas afectadas).
El Registro de Economistas Forenses (Refor), que agrupa a una parte de
los profesionales que se nombran judicialmente para administrar estos
procesos, argumenta que las insolvencias son mayores en países del
entorno. En Alemania se registran unos 35.000 al año y en Francia en
torno a 55.000.
Sin embargo, lo que importa es la tendencia general. Por eso, los
expertos del Refor advierten de que "no debería sorprender que el número
de procesos no descendiera apreciablemente en el futuro, aunque
mejorara la situación económica del país".