El acuerdo de US$ 50.000 millones de esta semana entre Anglo American y Teck Resources tiene sus raíces en el altiplano de la Región de Tarapacá en Chile, donde cada uno posee un gigantesco yacimiento de cobre, separados sólo por unos pocos kilómetros.
Combinar las minas de Collahuasi y Quebrada Blanca, cuya producción las compañías planean integrar mediante una cinta transportadora de 15 kilómetros, fue el sueño de sucesivas generaciones de ejecutivos dado el impulso a la producción que traería la instalación de procesamiento compartido.
Ese potencial sin explotar fue la razón por la que los directivos de las empresas “empezaron a hablar”, declaró el director ejecutivo de Anglo, Duncan Wanblad, al Financial Times. “A medida que seguíamos conversando, la lógica de una fusión corporativa cobró cada vez más sentido para ambos”.
Anglo y Teck también tenían algo en común: ambas habían rechazado recientemente intentos de adquisición hostiles y experimentaron reajustes estratégicos para centrarse en el cobre.
Cuando Anglo rechazó una oferta de 39.000 millones de libras (US$ 52.800 millones) de BHP el año pasado, realizó una reestructuración corporativa radical para vender activos no esenciales de carbón, platino y diamantes. Teck, tras rechazar una oferta hostil de US$ 23.000 millones de Glencore, vendió sus activos de carbón para centrarse más en los metales.
“Durante los últimos dos años, hemos operado con estrategias complementarias”, afirmó Jonathan Price, CEO de Teck. “Cuando hubo suficiente progreso por ambas partes, la combinación fue lógica”.
Pero mientras el apoyo inicial de los shareholders parece ser fuerte, banqueros y asesores advierten que el acuerdo generará interés por parte de postores rivales que podrían interrumpirlo.
Los precios de las acciones de ambas empresas se dispararon después del anuncio, lo que los banqueros atribuyen a la anticipación del mercado ante posibles ofertas de adquisición. “Con este acuerdo ya en el mercado, el tiempo corre”, dijo uno. “Pone a ambas empresas en juego”.
Las seis minas de cobre propiedad de Teck y Anglo son premios valiosos en un momento en el que el sector minero está compitiendo para producir más del metal rojo utilizado en redes eléctricas, cableado y energía renovable.
La combinación “Anglo Teck” se prepara para ser una de las cinco principales mineras del mundo, con una producción anual de 1,35 millones de toneladas al año. Si el acuerdo se concreta, será el más importante de la industria minera en esta década.
Empresas como BHP y Rio Tinto ahora tendrán que considerar si ofertar por Anglo o Teck, según George Cheveley, gerente de cartera en Ninety One.
“Ambos (Rio y BHP) tendrán que decidir, y también dependerá de lo que haga la otra parte”, dijo. “Quizá alguien diga: deberíamos esperar a que el acuerdo se cierre y luego analizarlo”.
Industria en movimiento
Anglo intercambiará 1,33 de sus acciones por cada acción de Teck, en efecto un acuerdo suma cero, dando como resultado una empresa que será propiedad en un 62% de los shareholders de Anglo y dirigida por Wanblad.
Sin embargo, la estructura deja a ambas compañías vulnerables frente a rivales que pueden hacer mejores ofertas con componentes en efectivo, ofreciendo a los accionistas ingresos más inmediatos.
El acuerdo también llega en un momento en el que ambas empresas atraviesan dificultades.
El precio de las acciones de Teck cayó un 20% durante el último año, principalmente debido a los contratiempos en Quebrada Blanca, su proyecto emblemático. La empresa, que cortó sus directrices este año producto de problemas de gestión de residuos que han reducido la producción en la mina, anunció la semana pasada que pausaría todas las demás inversiones para enfocarse en solucionar los problemas.
Mientras tanto, el programa de venta de activos sufrió varias decepciones recientemente. Peabody Energy intenta rescindir un acuerdo del año pasado de comprar sus minas de carbón tras una explosión en uno de los proyectos. Y la venta de la minera de diamantes De Beers por parte de Anglo está generando escaso interés debido a la prolongada caída de la industria de diamantes.
Pero los asesores involucrados en el acuerdo Anglo Teck creen que será posible derrotar a cualquier intruso, en parte debido al cuidadoso trabajo que las empresas han hecho para preparar a reguladores y accionistas.
Según las empresas, ambas compañías aprendieron lecciones después de ofertas fallidas de sus rivales. La oferta de Glencore para Teck fracasó al no conseguir la aprobación del accionista mayoritario, Norm Keevil, y desencadenó una reacción nacionalista del gobierno canadiense que, como resultado, endureció las leyes de adquisición.
Wanblad evitó estos obstáculos viajando constantemente a Canadá en los últimos meses, reuniéndose con los reguladores y prometiendo trasladar su sede a Vancouver. El anuncio de esta semana incluyó una lista de compromisos con el país, incluyendo $ 4.500 millones de dólares canadienses (US$ 3.250 millones) en inversiones.
De forma similar, la oferta de BHP por Anglo se vio perjudicada por no conseguir el respaldo del accionista más importante de Anglo, la Corporación de Inversión Pública de Sudáfrica, y por la indignación pública generada en el país por el intento de adquisición. En esta ocasión, Wanblad se reunió con PIC con antelación y el fondo mostró su apoyo inicial a la operación.
“Se han considerado mucho más los aspectos menos significativos del acuerdo, y estuvo muy bien planificado”, afirmó Richard Hatch, analista de Berenberg. “En mi opinión, se hizo un mayor reconocimiento a la historia y a los países participantes de estas empresas, en particular a Canadá y Sudáfrica”.
El progreso de los esfuerzos de reestructuración de Anglo —que vendió la última parte de su participación en el negocio de platino Valterra la semana pasada— también resultó en una empresa más simple, lo que hizo más fácil establecer acuerdos.
Los analistas dicen que estos programas de venta podrían haber hecho que ambas empresas fueran más propensas a ser objetivos de adquisición, pero en cambio la fusión de las poco favoritas ayudará a defenderse de pretendientes no deseados.
“Es una buena jugada de Anglo, ir en zigzag cuando el mercado esperaba un cambio brusco”, dijeron analistas de Peel Hunt. “Después de todo, se dice que el ataque es la mejor defensa”.