BBVA llegó a Estados Unidos en 2005. Empezó comprando entidades pequeñas hasta que en 2007 adquirió Compass, hoy uno de los 20 mayores bancos comerciales de los 8.000 que hay en ese país. En los últimos cinco años, “hemos estado fusionando y poniendo todo en orden y creando una plataforma tecnológica que nos permita entregar un modelo de negocio orientado al cliente y que ya estamos desplegando”, detalla Francisco González, presidente de BBVA, en una entrevista con al periódico español Expansión, en Nueva York, donde explica los planes de la entidad para el mercado estadounidense.
Pero no acaba aquí el esfuerzo en el país. BBVA sólo está “en los comienzos” de una etapa de desarrollo mucho más amplia, que empezará a dar resultados visibles en cuatro o cinco años. En ese camino, el banco no cierra la puerta a nada: “podemos invertir en startups, comprar un banco físico, hacer alianzas… No lo sabemos, todo está abierto, queremos ir expandiendo nuestra actividad en EEUU y tenemos todo tipo de iniciativas”, anuncia González.
La meta final es clara. No se basa en números, en un contexto en el que los cerca de 400 millones de euros que gana el banco en EEUU es “una cifra muy pequeña para la inversión que hemos hecho”. Se trata de cambiar el modelo y “recoger los frutos en el futuro”. González asegura que EEUU, que en 2012 aportó 11% del margen del grupo, “va a ser el mayor mercado de BBVA en el futuro”, el territorio donde más va a crecer el banco. “No sé si hablamos de cinco o seis años, pero va a ser el primer mercado y donde se va a dar la batalla del cambio más rápidamente que en otros países”, remarca.
Carrera tecnológica
González explica que EEUU, “un país muy asimétrico” en materia financiera. “Hay una brecha enorme entre la pobre oferta de la banca tradicional y la alta digitalización de la sociedad americana”, apunta. Para cubrir esa distancia, BBVA tiene “un tesoro entre manos”: un posicionamiento tecnológico “único” a nivel mundial y especialmente en EEUU.
“En EEUU somos el único banco con una plataforma que trabaja en tiempo real, aunque en España se trabaja así hace mucho tiempo… Por eso vinimos aquí, el modelo de negocio es muy antiguo en comparación con el español”. Ese modelo no se ha creado de la noche a la mañana. “Ha llevado seis o siete años, pero ya está prácticamente completado”, afirma el banquero.
BBVA se siente muy fuerte en esa guerra gracias a su posicionamiento tecnológico. Hace dos semanas “hice una presentación de este modelo en una conferencia de banqueros mundiales (International Monetary Conference en Shangai) y por primera vez me he dado cuenta de que esos banqueros empiezan a entender lo que está pasando, que es muy, muy importante”. “Ellos saben que hay una gran revolución, pero la mayoría de la gran banca no ha empezado el recorrido que BBVA inició hace seis o siete años”, advierte González, que saca pecho al recordar que comenzó a hablar de tecnología hace una década.