La agencia de medición de riesgos Fitch rebajó hoy de estable a negativa la perspectiva de la calificación crediticia de Bélgica debido a la crisis política del país, aunque mantuvo la valoración a largo plazo en AA+ debido a las "fortalezas estructurales" de esta economía en el "núcleo" de la zona euro.
"La perspectiva negativa refleja las preocupaciones de Fitch sobre el ritmo de las reformas estructurales en los próximos años y la habilidad para acelerar la consolidación fiscal si no se resuelve la crisis constitucional", ha explicado en un comunicado Douglas Renwick, directivo de Fitch para temas de deuda soberana.
Renwick recuerda, sin embargo, que "pese a la disputa política actual, la gestión fiscal diaria ha continuado siendo fuerte, lo que ha ayudado a Bélgica a mantener su alta calificación".
Concretamente, Fitch considera que el "riesgo político" es más alto en Bélgica que en otros socios de la región debido a las disputas políticas, que podrían complicar la consolidación fiscal si no se alcanza un acuerdo sobre la reforma constitucional y el problema lingüístico que permita formar un nuevo Gobierno.
A juicio de la agencia, estos dos asuntos podrían obstaculizar la obtención de superávit presupuestarios en las administraciones regionales y municipales, así como una reforma del sistema de la seguridad social y una reforma fiscal, que considera necesarias.
Asimismo, la agencia considera que el alto nivel de deuda, en 96,6% del PIB, deja "poco espacio fiscal" al Gobierno para afrontar eventuales choques futuros, por lo que avisa de que cualquier distanciamiento en relación con las metas de reducción del déficit público podrían resultar en una rebaja de la nota de solvencia.
Entre los riesgos que Fitch considera que Bélgica debe afrontar se encuentran las rigideces en el mercado de trabajo y de productos, así como la exposición de los bancos domésticos a otros países de la zona euro.
En todo caso, Fitch explica que mantiene la nota AA+ a Bélgica debido a sus fortalezas estructurales, que consisten en una economía diversificada con altos ingresos per cápita, alto nivel de ahorros, baja deuda privada y una balanza exterior equilibrada, entre otros factores.
Asimismo, la agencia reconoce que el Gobierno interino en el poder desde abril de 2010 cuenta con significativos poderes presupuestarios, por lo que no espera que la crisis política influya en el objetivo de Bélgica de reducir su déficit desde el 4,1 % en 2010 hasta el 3,6 % en 2011.