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El pesimismo invade el aire que respiran economistas en Davos


Los delegados que se dirigen al Foro Económico Mundial en Davos están ahí para un shock...

Por: | Publicado: Miércoles 25 de enero de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por Chris Giles en Davos



Los delegados que se dirigen al Foro Económico Mundial en Davos están ahí para un shock. Aunque el ánimo en los mercados financieros ha mejorado en 2012 y las cifras económicas han superado las expectativas, los expertos están pesimistas.

Nadie puede estar seguro todavía si éste es un caso de la elite global que está fuera de foco con los sentimientos más positivos en Nueva York, Londres, Tokio y Beijing, pero es cierto que aunque la nieve es profunda, Davos dará poco respiro en las montañas este año.

Financial Times contactó a grandes economistas que asistirán para saber sus opiniones sobre la crisis de la eurozona y sus implicancias. Los entrevistados se apegaron al sentimiento pesimista expresado por el FMI, diciendo que la economía global estaba debilitándose y en riesgo de otra contracción si la crisis de la eurozona sigue escalando.

Hay desacuerdo sobre cómo es probable que se desarrollen las cosas. Carmen Reinhart, del Peterson Institute for International Economics, dijo que con la negación entre las autoridades aún reinante, las perspectivas son pobres. Habrá “una contracción económica seria u otro año con un alto desempleo tenaz, crecimiento débil y una recuperación retrasada en general en todas las economías avanzadas”.

Joseph Stiglitz, de la Universidad de Columbia también advirtió de un riesgo de otra contracción, en particular con las políticas restringidas en algunos países y deliberadamente endurecidas en otros. Cualquier crisis será “aún peor debido a la debilidad de respuestas apropiadas de los gobiernos”, señaló.

Pero si la eurozona sobrevive sin que se intensifique la crisis, Mario Blejer, ex gobernador del banco central de Argentina, cree que las posibilidades de una colapso en 2012 están disminuyendo aunque “la economía mundial crezca menos en 2012 y algunas regiones fuera de Europa caerán en recesión menor”.

Casi todos los grandes problemas dependen de que la eurozona controle sus crisis de banca, deuda soberana y competitividad. Existe un claro consenso entre los economistas sobre lo que el bloque de 17 naciones debe hacer.

En lo que Moisés Naím, del Carnegie Endowment for International Peace, describió como la crisis “más sobrediagnosticada y sobrestimada”, la gran mayoría concuerda en que la eurozona necesita un plan urgente que incorpore cinco elementos: reformas de austeridad y estructurales en países periféricos; integración fiscal con riesgo compartido, incluyendo eurobonos; apoyo de liquidez interina a países con problemas de préstamos, preferiblemente con un fuerte apoyo del Banco Central Europeo; una profunda reestructuración de la deuda griega; y una amplia recapitalización de los bancos europeos de la eurozona.

Los únicos disidentes fueron Michael Spence de la Universidad de Nueva York y Kenneth Rogoff de Harvard, quien comentó que algunos países probablemente tienen que enfrentar una salida del euro. “Grecia y probablemente Portugal necesitan una salida, porque no hay potencial para un crecimiento”, indicó Spence. Roggoff acotó: “¿Despertará la eurozona al hecho que de que un mínimo de dos o tres países periféricos necesitan grandes amortizaciones y posiblemente un período sabático del euro?”.

Pero casi todos estuvieron pesimistas de que los líderes de la eurozona aceptarían el desafío, debido a los problemas políticos que enfrentan. Daniel Gros, director del Centro de Estudios de Políticas Europeas dijo: “No hay posibilidad de que hagan algo a menos que el euro esté a punto de implosionar.

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