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Financial Times: la economía chilena brilla en medio de la oscuridad política

Pero pese a la tormenta política en Chile, las perspectivas para la economía titubeante del país están mejorando, revelando una posible vía de salida para una región atascada en una desaceleración.

Por: Benedict Mander, Financial Times | Publicado: Martes 21 de abril de 2015 a las 04:00 hrs.
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Michelle Bachelet, la presidenta de Chile, está enfrentando uno de los momentos más oscuros de su carrera política, y se vio obligada recientemente a negar rumores de que estaba considerando renunciar.

La popularidad de la líder de izquierda bajó a mínimos récord después de que su hijo fuera acusado de tráfico de influencias, poniendo un freno en su ambiciosa agenda de reformas. Un pequeño consuelo para su partido es que la oposición de derecha también está en crisis, atrapada en un escándalo de corrupción.

Pero pese a la tormenta política en Chile, las perspectivas para la economía titubeante del país están mejorando, revelando una posible vía de salida para una región atascada en una desaceleración. Mientras la mayoría de los países en América Latina están luchando para adaptarse al fin del auge de los precios de los commodities que impulsó el crecimiento en la región rica en recursos en la última década, hay señales de que la economía chilena podría estar dando vuelta la esquina.

"Si la recuperación de Chile resulta ser sostenible, entonces hay luz al final del túnel para algunos de sus vecinos que están recién empezando el ajuste, como Colombia", dice Luis Arcentales, economista de Morgan Stanley. "Chile ya realizó la mayor parte del ajuste".

Según Arcentales, después de un período de débil demanda doméstica cuando la confianza empresarial fue golpeada por las reformas de Bachelet, la economía ahora está mejorando, ayudada por una moneda débil que ha impulsado las exportaciones y moderado la inflación, lo que ha impulsado el consumo.

Después de que el crecimiento del Producto Interno Bruto bajó a 1,8% en el cuarto trimestre de 2014, la menor tasa de expansión del país desde la crisis financiera global, muy por debajo de la tasa promedio de 4,2% en la última década, los economistas de Barclays esperan un crecimiento de 2,8% este año, y un crecimiento potencial de 3,5% en el mediano plazo.

Chile, el mayor productor mundial de cobre, fue el primer país de la región en ser golpeado duramente por el fin del llamado "superciclo" de los commodities, porque los precios del cobre comenzaron a bajar antes que los precios de otras materias primas como el petróleo. Así es que tiene sentido que la economía chilena sea también la primera en recuperarse, dice Mario Castro, economista de Nomura.

Pero la salud de la economía chilena, a menudo descrita como la mejor manejada de la región, también se atribuye a la fortaleza de las instituciones y su modelo de libre comercio, que no ha sido limitado por el severo intervencionismo estatal que ha distorsionado a las economías de países como Argentina y Venezuela.

"Chile es un ejemplo de cómo las instituciones creíbles pueden calmar el ciclo económico y hacer que los ajustes sean menos traumáticos", dice Castro, apuntando al ampliamente respetado e independiente banco central y una "regla fiscal" bien establecida que da a las autoridades la libertad para implementar políticas contracíclicas.

La depreciación resultante del peso, a medida que Chile se adapta a tasas de crecimiento potencial, ha entregado un impulso a las industrias exportadores fuera del sector minero. Castro espera que este impulso en competitividad para los sectores "transables", como las exitosas industrias chilenas del vino y el salmón sea permanente.

Pero si la economía está efectivamente al alza, los beneficios aún no se sienten ni por la presidente ni por el ciudadano común.

"Si se revisan los periódicos, la historia no es sobre la recuperación económica, es sobre la corrupción política", dice Robert Funk, cientista político de la Universidad de Chile. En cualquier caso, dice que los "chilenos se han acostumbrado a cierto nivel de estabilidad económica que genera celos en otros países".

Más aún, Funk dice que aún hay "mucho nerviosismo" sobre el efecto de la reforma tributaria del gobierno aprobada el año pasado, y las reformas laborales pendientes que se espera que fortalezcan a los sindicatos. "No sabemos qué saldrá de este proceso. Podría ser muy saludable, pero también podría tener efectos impredecibles", afirma.

E incluso si la economía chilena está superando el desempeño del resto de la región, para muchos chilenos eso no es suficiente. "Siempre nos vamos a ver bien si nos comparamos con el resto de Latinoamérica, que siempre comete los mismos errores", dice Michèle Labbé, economista jefe de Econsult, quien agrega que Chile no sale tan bien al compararse con los países con mejor desempeño del mundo. "Es mejor comparar a Chile con sí mismo, y la verdad es que podríamos estar mucho mejor".

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