La economía estadounidense se contrajo un 0,3 % anualizado durante el primer trimestre, ya que las empresas de la mayor economía del mundo respondieron a la guerra comercial de Donald Trump con una rápida importación de bienes.
La caída del PIB, la primera desde 2022, fue peor que las previsiones más recientes de los economistas y se comparó con el aumento del 2,4% registrado en el cuarto trimestre.
El retroceso se debió en gran medida a la prisa de las empresas estadounidenses por acumular inventario antes de los amplios aranceles de Trump, con importaciones que aumentaron a una tasa anualizada del 41%.
Los datos de la Oficina del Censo de EEUU publicados el martes muestran que el déficit comercial de bienes alcanzó un máximo histórico en marzo.
La diferencia entre importaciones y exportaciones es un factor importante para calcular el PIB, que también mide el consumo interno, la inversión y el gasto público.
Varios economistas de Wall Street revisaron a la baja sus estimaciones de crecimiento para el primer trimestre tras la publicación de las cifras de comercio de bienes del martes.
Se espera que la guerra comercial de Trump provoque una desaceleración del crecimiento durante el segundo semestre de este año, con el aumento de los precios lastrando el consumo.
El FMI afirmó la semana pasada que el PIB de Estados Unidos se expandiría un 1,8 % este año, frente a su estimación de enero del 2,7 %. Muchos analistas del sector privado no prevén ningún crecimiento.