General Motors anunciará hoy el cierre de su planta en la
ciudad flamenca de Amberes a los sindicatos y a los responsables políticos de
Flandes (Norte de Bélgica), después de no haber podido encontrar un comprador
para la fábrica, informó hoy la radiotelevisión pública RTBF.
El fracaso de las negociaciones con los dos candidatos a
adquirir la fábrica, una compañía estadounidense y otra china, supondrá el
despido de las 1.300 personas que trabajan en la planta.
El pasado marzo, General Motors acordó con los
representantes sindicales el retraso del cierre de la fábrica desde el 30 de
junio hasta el 31 de diciembre para dar tiempo a encontrar un posible inversor.
Ambas partes convinieron que la planta de Amberes tendría de
límite hasta finales septiembre para hallar un comprador, un plazo que expiró
el pasado viernes.
El presidente de la región de Flandes, Kris Peeters, se
reunirá esta tarde con dirigentes de General Motors y con representantes
sindicales para tratar la situación de la fábrica.
Peeters descartó la semana pasada la posibilidad de que el
gobierno regional ofrezca una inyección de capital a la planta para garantizar
su supervivencia, aunque sí dejó abierta la opción de concederle facilidades de
crédito.
El cierre de la planta de Amberes forma parte del plan de
reestructuración de General Motors destinado a reducir su exceso de capacidad
de producción en el continente, y que prevé la supresión de unos 8.300 de los
aproximadamente 50.000 empleos en toda Europa.