Luego de un ultimátum por parte de la troika y de reuniones a última hora, los gobiernos europeos acordaron entregarle 6.800 millones de euros (US$ 8.700 millones) a Grecia con la condición de que el país mantenga la promesa de recortes en el sector público y otras reformas para recibir todo el dinero.
Del monto, 3 mil millones de euros provendrán de los países del euro –en julio se liberarán 2.500 millones de euros y el resto, en octubre– y el Fondo Monetario Internacional (FMI) aportará 1.800 millones de euros en agosto.
Además, la nación recibirá 2 mil millones de euros por parte del Banco Central Europeo (BCE) y los bancos centrales nacionales, que corresponden a las ganancias que obtuvieron de sus bonos griegos.
“Grecia va por el buen camino en muchos aspectos, pero ha habido retrasos en algunas áreas”, comentó tras la reunión de ayer del Eurogrupo el ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schaeuble.
Los acreedores desbloquearon la ayuda luego de que la troika –la Comisión Europea, el FMI y el BCE– llegara a un acuerdo con el gobierno sobre las medidas para reducir el déficit.
El acuerdo significa que no habrá agujeros en las finanzas griegas en el futuro cercano. “Si hay una brecha financiera será a fines de 2014, lo que nos dará tiempo suficiente para lidiar con él”, afirmó ayer Jeroem Dijsselbloem, ministro de Finanzas de Holanda y presidente del Eurogrupo.
Pasos concretos
El panorama económico de Grecia “sigue siendo incierto” y el gobierno está atrasado en hacer a la administración pública más austera y eficiente, aseguró la troika. “Si bien se continúan haciendo avances importantes, la implementación de la política está retrasada en algunas áreas”, afirmaron los acreedores.
En un comunicado, la troika le dio al gobierno una lista de cosas por hacer, incluyendo “pasos concretos” para controlar el exceso de gasto en salud, la reforma de impuestos a los ingresos y las propiedades y recortes políticamente delicados en la planilla gubernamental.