Tras la debacle del sistema financiero durante la crisis de 2008, Islandia rechazó rescatar a sus bancos presionados por una gran burbuja inmobiliaria. En cambio, persiguió a los responsables de que su PIB se contrajera 6,9% en 2009 y hoy se prepara para triplicar el crecimiento de la Unión Europea y la eurozona durante 2012. ¿Cuál fue el camino para su renacimiento?
A diferencia de los países desarrollados el gobierno de Islandia decidió convocar un referendum para decidir el futuro de sus bancos. Así, entidades como Glitnir, Landsbankinn y Kaupthing fueron nacionalizados para evitar su quiebra. La bolsa había perdido 95% de su valor entre 2007 y 2009 y su divisa se llegó a depreciar 25% contra el euro.
Desde entonces la economía se ha estabilizado y terminaría 2011 con un crecimiento de 2,1% de acuerdo a la Comisión Europea. Aún más, triplicará la media prevista para la Unión Europea en 2012 de 0,6%, expandiéndose 1,5% y superando también el 0,5% de la eurozona. En 2013 el alza del PIB llegaría a 2,7%.
La expansión se debería principalmente a la generación de empleos en el país, que luego de llegar a 10% de desocupados durante la crisis cerró el último trimestre de 2011 en 6,0%, muy por debajo de otras economías endeudadas, como España (22,5%). Además, se acogió a un programa de
US$ 2.100 millones del Fondo Monetario Internacional, que consideró una serie de ajustes, incluidas alzas de impuestos y fuertes recortes de gastos en su presupuesto.