El fundador de WikiLeaks, Julian Assange,
obtuvo hoy la libertad bajo fianza de 240.000 libras (US$ 374.901)
del juez británico que tramita la solicitud de su extradición a Suecia
por supuestos delitos sexuales.
El juez Howard Liddle de la
Corte de Magistrados de Westminster, en Londres, impuso varias
condiciones a la puesta en libertad del informático, quien además de
pagar la fianza, deberá llevar un brazalete electrónico de control y
entregar su pasaporte a la Policía.
La Fiscalía, en
representación de las autoridades suecas, ha anunciado su intención de apelar la decisión, lo que deberá hacer en las próximas dos horas,
tiempo durante el cual Assange permanecerá bajo custodia.
La semana pasada, el mismo magistrado denegó la libertad condicional
al fundador de WikiLeaks, al aceptar los argumentos de la acusación de
que había riesgo de incumplimiento.
Assange es reclamado por la Fiscalía sueca por delitos de agresión sexual
contra dos mujeres que supuestamente cometió el pasado agosto en Suecia.
Tras la negativa de la semana pasada, los abogados de Assange,
australiano de 39 años, habían vuelto a pedir hoy la libertad bajo
fianza para su cliente, y precisaron que había al menos diez
personalidades del Reino Unido que habían ofrecido avalarle.
Anteriormente, el cineasta inglés Ken Loach, la millonaria Jemima Khan y
el periodista de investigación australiano John Pilger -que hoy también
se personaron en la corte de Westminster- habían ofrecido a avalar al
sospechoso.
Además de decenas de periodistas, una multitud de simpatizantes de Assange se congregaron a las puertas del tribunal londinense para expresarle su
apoyo, y recibieron con júbilo la noticia de que finalmente se le
pondría en libertad.
Desde la primera vista de extradición, el
pasado 7 de diciembre -el mismo día en que fue detenido en Londres
mediante una orden de arresto europea-, Assange ha permanecido en prisión preventiva.
Según Mark Stephens, de su equipo de abogados, Assange ha estado en una celda de aislamiento en la cárcel de alta seguridad de
Wandsworth, en suroeste de Londres, y se le ha censurado la
correspondencia.
La madre del experto informático, Christine Assange,
habló por teléfono durante diez minutos con su hijo y tomó nota por
escrito de un mensaje que luego transmitió al canal de televisión
australiano "Seven Network".
"Hago un llamamiento a todo el
mundo para que se proteja mi trabajo y a mi gente de estos ataques
ilegales e inmorales", indicó el director del portal de difusión de
información clasificada, quien añadió: "Soy de firmes convicciones".