Por C. Morales y M. Fajardo
“Ella nos cambió a todos. Pasamos de ser un pueblo que se veía eternamente cuesta abajo a una nación que de nuevo estaba orgullosa de ser británica. En el escenario mundial también hizo que Gran Bretaña tuviera importancia una vez más”. Con estas palabras fue definida por Charles Powell –uno de sus asesores de gobierno más cercanos– Margaret Thatcher, la ex líder conservadora del Reino Unido quien murió ayer a los 87 años a causa de un derrame cerebral.
La “Dama de Hierro” fue una destacada figura de la política inglesa del siglo XX, cuyos once años al mando del gobierno británico estuvieron marcados, en su política doméstica, por la lucha contra los sindicatos y la apertura económica, que tuvo como máximo ejemplo la privatización de diversas empresas públicas.
A nivel internacional, Thatcher chocó con la Unión Europea, lideró la guerra contra Argentina para recuperar las Islas Falkland (Malvinas), acordó devolverle a China la isla de Hong Kong y jugó un rol determinante en la caída de la Unión Soviética luego de declarar que Mijaíl Gorbachov era un hombre con el que podía hacer negocios.
Thatcher forjó una relación muy cercana con el entonces presidente de Estados Unidos Ronald Reagan, se opuso a las sanciones sobre Sudáfrica como un medio de terminar con el apartheid y fue una firme partidaria de Augusto Pinochet.
La primera y hasta ahora única primera ministra de Gran Bretaña guió a los conservadores a tres victorias electorales, gobernando entre 1979 y 1990, el período continuo más largo para un premier inglés desde comienzos del siglo XIX.
Figura controvertida
Si bien muchos elogian a la baronesa –recibió ese título en 1992 luego de renunciar a su cargo– por los logros económicos alcanzados durante su período y por haber devuelto a Gran Bretaña a su posición como uno de los países líderes del mundo, muchos la critican por los efectos que provocaron sus políticas.
El desempleo se duplicó hacia mediados de los ’80 a más de 3 millones, un nivel que no se veía desde la década de los ’30 luego de la Gran Depresión y sus adversarios responsabilizaron a Thatcher de haber creado una nación dividida entre el sur más rico y el norte más pobre.