Intel entregó una guía de ingresos mejor de lo esperado para el tercer trimestre, dando una señal de esperanza a los inversionistas mientras esperan un giro en la estrategia de la compañía bajo su nuevo CEO, Lip-Bu Tan. La firma prevé ventas entre US$ 12.600 millones y US$ 13.600 millones, por encima del promedio estimado por el mercado.
La compañía se ha visto beneficiada por el repunte de la industria de computadores personales, impulsado en parte por fabricantes que están adelantando inventarios ante posibles aranceles. Sin embargo, el gigante de Silicon Valley enfrenta múltiples desafíos: ha perdido participación de mercado frente a competidores, su negocio de fundición (fabricación para terceros) no logra despegar y aún no cuenta con productos capaces de responder a la alta demanda de sistemas de inteligencia artificial (IA).
Personal más reducido
Los despidos reducirán la plantilla en un 15%, y la compañía prevé más recortes mediante la reducción de personal y la división de unidades de negocio, según declaró el director financiero Dave Zinsner en una entrevista. El fabricante de chips aspira a cerrar el año con 75.000 empleados, una reducción de más del 20% respecto al final del trimestre de junio.
Intel espera alcanzar el punto de equilibrio en el tercer trimestre en términos de beneficios. Los analistas habían estimado un aumento de 4 centavos sobre esta base.
En el segundo trimestre, los ingresos ascendieron a US$ 12.900 millones, prácticamente sin cambios respecto al año anterior. Los analistas habían proyectado US$ 11.900 millones. La compañía registró una pérdida de 10 centavos por acción, en comparación con una ganancia estimada de 1 centavo.
Los analistas han expresado su preocupación por la posible interrupción de la mayor demanda de portátiles durante el primer semestre. La amenaza de aranceles impuestos por EEUU y otros países como represalia, podría haber impulsado a los fabricantes de computadores a abastecerse rápidamente ante posibles aumentos repentinos de precios, advirtió la compañía el trimestre pasado.
Temores económicos
La demanda fue mayor de lo esperado el trimestre pasado porque no se materializó la desaceleración económica, afirmó Zinsner. Sin embargo, la empresa es consciente de que parte de la demanda podría deberse a que los consumidores y las empresas intentan evitar los aranceles.
“Pensábamos que los aranceles podrían ser un obstáculo en el segundo trimestre y desestabilizarían aún más la economía”, dijo. “Nada de eso ocurrió”.
La división de informática de cliente de Intel registró ingresos de US$ 7.900 millones el trimestre pasado, superando la previsión promedio de US$ 7.300 millones. Las ventas de centros de datos alcanzaron los US$ 3.900 millones, en comparación con una estimación de US$ 3.700 millones. La división de fundición generó ingresos de US$ 4.400 millones, en línea con las proyecciones.
Intel había dicho previamente que planeaba reducir los gastos operativos a alrededor de US$ 17 mil millones este año y US$ 16 mil millones en 2026. La compañía con sede en Santa Clara, California, sigue en camino de cumplir con los recortes de 2025, dijo Intel este jueves.
El predecesor de Tan, Pat Gelsinger, se había centrado en expandir la red de fábricas de Intel, que en su día fue su principal ventaja competitiva. Planificó invertir decenas de miles de millones de dólares para convertir sus plantas en las mejores del sector, una posición que obligaría a sus competidores a subcontratar la fabricación.
Por ahora, el mayor usuario de sus fábricas son los equipos de diseño internos de Intel. Algunos de los mejores productos de Intel ahora contienen componentes fabricados por Taiwan Semiconductor Manufacturing, lo que aumenta la presión sobre sus márgenes.