Obama culpa al Congreso de rebaja a la nota crediticia
El presidente de EEUU reiteró hoy que se siente frustrado por el actuar del Legislativo de ese país, que habría provocado una "herida autoinflingida"
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El presidente de EE.UU., Barack Obama, reiteró hoy su "frustración" por los "juegos políticos" que dominan el Congreso y que provocaron una "herida autoinfligida", la de la rebaja de la calificación de la deuda del país la semana pasada.
"La rebaja en la calificación podría haberse evitado por completo si hubiera habido voluntad de compromiso en el Congreso", aseguró Obama en un discurso ante los trabajadores de una fábrica de baterías de coches eléctricos en Holland (Michigan).
La larga crisis para lograr un acuerdo que elevara el techo de la deuda del país desembocó en la decisión de la agencia Standard & Poors de rebajar la asignación de AAA a AA+, lo que ha provocado "bruscos altibajos" en los mercados, concedió el presidente.
"Pero eso no significa que haya algo que esté mal en nuestro país. Significa que hay algo que va mal en nuestro sistema político", aseguró.
"En esta crisis, el Congreso ha hecho gala del peor tipo de partidismo posible", añadió el mandatario, que se reconoció "frustrado" porque "los estadounidenses merecen algo mejor".
Por ello, a medida que se compone el "supercomité" del Congreso que deberá decidir antes de fin de año dónde efectuar la mayor parte de los recortes al déficit del país, el presidente subrayó que "lo último" que necesita el país es que "los legisladores pierdan aún más tiempo discutiendo sobre los recortes".
"Lo que debe hacer el Congreso es recortar el déficit de forma sensible y responsable, no en cosas que puedan hacer aún más daño a nuestra economía", indicó.
Llamado al Congreso y a la gente
Obama pidió además a los legisladores que aprueben "proyectos que harán avanzar de nuevo rápidamente nuestra economía", como una reforma del sistema de patentes que "haga llegar más rápido sus beneficios" a quienes registren una idea nueva.ç
Además, pidió a los ciudadanos que presionen al Congreso para que redacte un proyecto de ley de infraestructuras, "para que las compañías puedan dar trabajo a decenas de miles de personas y que construyan nuestras carreteras, nuestros puentes, nuestros puertos".
Se espera que cuando el Congreso vuelva de su receso el 6 de septiembre, debata un plan de construcción de autopistas, pese a que existen grandes diferencias entre las propuestas de la Cámara baja y del Senado.
El presidente también expresó su intención de dar un impulso a la construcción de aeropuertos, a la mejora del sistema ferroviario y del sector de la automoción, en los que Estados Unidos "se está quedando atrás de forma inaceptable".
El mandatario afirmó que Estados Unidos alberga "los negocios más dinámicos y exitosos del mundo, tanto pequeños como grandes".
"Incluso en estos tiempos tan difíciles, no hay ni un solo país del mundo que no quisiera cambiarse por nosotros", aseguró.