Ni el intenso frío ni la fuerte lluvia desanimaron ayer a los miles de fieles que acompañaron la visita del Papa Francisco al Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida, en la ciudad de Aparecida, a cerca de 180 km de la capital paulista.
Dentro del papamóvil, el Pontífice recorrió los sectores aledaños a la basílica y, con posterioridad, bendijo la imagen de Nuestra Señora de Aparecida.
En la misa propiamente tal, la primera celebrada en Brasil -el país con el mayor número de católicos del mundo-, la autoridad eclesiástica exhortó a los miles de peregrinos presentes a “no perder nunca la esperanza” pese a las dificultades y advirtió que “el dragón, el mal, existe en la historia, pero no es el más fuerte”.
“El más fuerte es Dios, y Dios es nuestra esperanza”, subrayó y admitió: “Es cierto que hoy también nuestros jóvenes sienten la sugestión de tantos ídolos que se ponen en el lugar de Dios y parecen dar esperanza: el dinero, el éxito, el poder, el placer”.
“Seamos luces de esperanza, tengamos una visión positiva de la realidad. Demos aliento a la generosidad que caracteriza a los jóvenes, ayudémoslos a ser protagonistas de la construcción de un mundo mejor: son un motor poderoso para la Iglesia y la sociedad”, agregó.
Además, Francisco exhortó a pastores, padres y educadores a transmitir a los jóvenes valores que “los hagan artífices de una nación y de un mundo más justo, solidario y fraterno”.
Para lograrlo, el Pontífice propuso “tres sencillas actitudes: mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría”.
Cuando se habla de las dificultades que enfrentan en las comunidades “que son muchos”, el clérigo sostuvo que se debe tener muy presente la certeza de que Dios no dejará a nadie desamparado. “Caminemos con esperanza. El cristiano es alegre. Nunca es triste”, manifestó. “El cristiano no puede ser pesimista”, reiteró.
Regreso en 2017
Dedicada a Nuestra Señora de Aparecida, en la misa el Papa hizo varias referencias a María y reiteró que “la iglesia que Cristo busca siempre llama a la puerta de la casa de su madre”.
En el marco de esta visita, que reunió -según los organizadores- a un grupo de entre 150 mil y 200 mil personas, el Papa Francisco señaló que pretende volver a Aparecida en 2017.
En dicha ocasión se conmemorarán los 300 años desde la aparición de la imagen de la virgen patrona de Brasil.