La agencia Fitch mantuvo hoy la máxima calificación para la deuda de Francia, AAA, con una perspectiva estable, a la vista de una economía diversificada, unas instituciones políticas, civiles y sociales "efectivas" y a su flexibilidad financiera.
Fitch señaló no obstante en un comunicado que Francia necesita continuar con el ajuste fiscal para estabilizar primero y reducir después su nivel de deuda, que como recordó, había llegado a finales del pasado año al 81,7 % del Producto Interior Bruto (PIB).
Destacó que tras haber sufrido una ligera recesión en 2009, al año siguiente el PIB francés creció un 1,5 %, una recuperación "modesta" pero que unida a un comportamiento de las cuentas públicas mejor de lo esperado ofrece "un impulso positivo" para el objetivo del Gobierno de reducir el déficit al 3 % del PIB en 2013, frente al 7 % constatado en 2010.
También recordó que las autoridades francesas han tomado una serie de medidas para llevar a cabo el ajuste fiscal, en particular un programa "más detallado y creíble", así como la reforma del sistema de pensiones realizada el pasado año.
Aludió igualmente a los planes para aprobar una reforma constitucional para instaurar una regla de equilibrio presupuestario que debe ser sometida al Parlamento para su aprobación a finales del verano.
Esa norma, según la forma que adoptara finalmente, podría "reforzar" el marco para lograr los objetivos fijados y "añadir credibilidad a los programas de ajuste presentes y futuros", subrayó Fitch.
En cualquier caso, advirtió de que hay una serie de riesgos a la baja que pueden cuestionar esos esfuerzos, como un desvío del gasto público antes de las elecciones presidenciales del año próximo, así como unas perspectivas oficiales optimistas a medio plazo.