Zohran Mamdani fue elegido el 111 alcalde de Nueva York en una victoria histórica que pondrá a un declarado socialista democrático al mando de la ciudad que es capital de las finanzas mundiales.
Mamdani, demócrata, obtuvo el 50,4% de los votos, mientras que el exgobernador Andrew Cuomo, que se postuló como independiente tras perder ante Mamdani en las primarias, consiguió el 41,6%, con el 98% de los votos escrutados. El republicano Curtis Sliwa obtuvo el 7,1%.
Cuando Mamdani asuma el 1 de enero, el legislador estatal de 34 años de edad de Queens será la persona más joven en ocupar el cargo en un siglo. También será el primer alcalde musulmán y la primera persona de ascendencia del sur de Asia en dirigir la ciudad en sus 400 años de historia. Reemplazará al alcalde Eric Adams, quien se retiró de la carrera en medio de bajos índices en las encuestas y una serie de escándalos.
La elección fue una de las más competitivas que la mayor ciudad de Estados Unidos haya visto en más de una década, reflejo del alto interés y la elevada participación. Más de 2 millones de personas votaron, la cifra más alta desde 1969, según la Junta Electoral de Nueva York. Mamdani ganó en cuatro de los cinco distritos, con su mejor desempeño en Brooklyn, donde celebró su victoria.
“Esta noche ustedes han dado un mandato para el cambio, un mandato para un nuevo tipo de política, un mandato para una ciudad que podamos costear y un mandato para un gobierno que pueda cumplir exactamente eso”, dijo Mamdani ante miles de seguidores durante una animada celebración.
Carisma y redes sociales
Mamdani pasó de ser relativamente desconocido a imponerse en unas primarias con muchos candidatos gracias a su carisma, dominio de redes sociales y un mensaje centrado en la crisis de asequibilidad de Nueva York, una estrategia que algunos analistas políticos ven como modelo para los demócratas a nivel nacional.
Prometió congelar el alquiler de más de un millón de departamentos regulados y financiar autobuses gratuitos y guarderías universales con nuevos impuestos a corporaciones y altos ingresos. La renta media solicitada ronda los US$ 3.400 mensuales y la tasa de vacancia alcanzó el 1,4% el año pasado, la más baja registrada.
También propuso eliminar el control del alcalde sobre las escuelas públicas y crear una nueva oficina dentro del Departamento de Policía para atender llamadas relacionadas con personas con episodios graves de enfermedad mental. Además, quiere establecer cinco tiendas de comestibles propiedad de la ciudad para ofrecer alimentos más asequibles ante el aumento inflacionario.
Sus propuestas y su falta de experiencia —ha patrocinado solo unas pocas leyes en tres mandatos como asambleísta estatal— inquietaron a líderes empresariales, grupos inmobiliarios y donantes adinerados que financiaron comités de apoyo a Cuomo. (El exalcalde Michael R. Bloomberg, fundador y propietario mayoritario de Bloomberg LP, empresa matriz de Bloomberg News, contribuyó a dichos comités).
Algunos críticos cedieron el martes, como el inversionista multimillonario Bill Ackman, quien donó más de US$1 millón a la campaña anti-Mamdani y luego felicitó al alcalde electo. “Ahora tienes una gran responsabilidad”, publicó Ackman en X. “Si puedo ayudar a Nueva York, dime cómo”.

Masiva campaña y molestia de Trump
Mamdani construyó un enorme ejército de voluntarios; su campaña afirmó que más de 100.000 personas tocaron 3 millones de puertas. También lanzó un gran esfuerzo de recaudación, reuniendo millones de dólares de miles de pequeños donantes individuales para aprovechar el programa de fondos públicos de la ciudad, que otorga US$ 8 por cada US$1 aportado por residentes, hasta un máximo de US$ 250.
La campaña de Mamdani movilizó a jóvenes votantes que acudieron en números mucho más altos que en elecciones previas. También conectó con el creciente electorado asiático, que ya representa casi el 16% de la población.
Uno de sus primeros desafíos como alcalde será manejar la relación de la ciudad con la Casa Blanca. El presidente Donald Trump lo ha atacado reiteradamente, llamándolo “lunático comunista” y amenazado con retener fondos federales.
“Estoy convencido de que la ciudad de Nueva York será un completo y total desastre económico y social si Mamdani gana”, escribió Trump el lunes en Truth Social. “No quiero enviar, como presidente, buen dinero tras el malo”.
Minutos después de confirmarse los resultados, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, advirtió que las consecuencias “se sentirán en todo el país”, pues “consolidan la transformación del Partido Demócrata en un partido socialista de gran gobierno”.
Microcosmos de opiniones de neoyorquinos
Mamdani y Cuomo ofrecieron visiones opuestas sobre impuestos y seguridad, en una contienda que reflejó las divisiones dentro del Partido Demócrata. La elección también se convirtió en un microcosmos de las opiniones de los neoyorquinos sobre los conflictos en el Medio Oriente, con Cuomo apoyando a Israel y Mamdani criticando sus acciones militares en Gaza e Irán mientras defendía los derechos palestinos.
Cuomo felicitó a Mamdani el martes por la noche y dijo a sus seguidores que su campaña “fue la lucha correcta”. “Esta campaña buscó desafiar las filosofías que están moldeando al Partido Demócrata, el futuro de esta ciudad y del país”, dijo. Pero añadió que los resultados muestran que “casi la mitad de los neoyorquinos no apoyaron una agenda gubernamental que hace promesas que sabemos no pueden cumplirse”.
Mamdani es hijo de la directora nominada al Oscar Mira Nair y del profesor de la Universidad de Columbia Mahmood Mamdani, experto en colonialismo. Nació en Uganda y se mudó a Nueva York a los 7 años. Estudió en la Bronx High School of Science y en Bowdoin College en Maine, y trabajó como rapero, asistente en películas de su madre y consejero en prevención de ejecuciones hipotecarias antes de dedicarse a la política.
Se naturalizó ciudadano estadounidense en 2018 y fue elegido por primera vez a la Asamblea en 2020, representando un distrito del oeste de Queens.
El Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses calificó su elección como una “histórica respuesta” a la islamofobia y elogió a los jóvenes votantes que lo apoyaron junto con activistas pro-palestinos.