Se trata del primer avance diplomático tras meses de intentos fallidos por detener la guerra de dos años, que ha devastado Gaza, dejado decenas de miles de muertos y desestabilizado a Medio Oriente. El acuerdo se produjo tras días de negociaciones entre las partes en conflicto en el balneario egipcio de Sharm el-Sheij, basadas en unapropuestadel presidente estadounidense Donald Trump.
El alto el fuego entró en vigor el jueves, dijo el viceministro de Asuntos Exteriores de Israel, Sharren Haskel, en una entrevista con Bloomberg TV.
El gabinete israelí se reunirá en las próximas horas para aprobar formalmente el acuerdo, según informó un funcionario israelí. Las tropas del ejército comenzarán a retirarse de sus posiciones en las 24 horas siguientes al inicio de la tregua, añadió, pidiendo no ser identificado por tratarse de asuntos delicados.
El ministro de Finanzas israelí, el ultranacionalista Bezalel Smotrich, afirmó que no votará a favor del acuerdo, pero evitó amenazar con abandonar el gobierno. Esto indica que aún es probable que se apruebe.
El primer ministro Benjamín Netanyahu, cuyo gobierno lleva mucho tiempo buscando la destrucción total de Hamás, celebró una victoria nacional y moral para el Estado de Israel. Aseguró haber tenido una conversación muy emotiva y cálida con Trump, en la que se felicitaron mutuamente por el logro histórico.
Hamás, respaldado por Irán, se dispone a devolver a los 48 rehenes restantes retenidos en Gaza, de los cuales se cree que 20 siguen con vida. A cambio, Israel liberará a casi 2 mil palestinos encarcelados y permitirá un aumento de la ayuda a Gaza a través de agencias de Naciones Unidas y otros organismos internacionales.