La firma Hovensa, propietaria de la segunda refinería petrolera más grande de Estados Unidos, pagará una multa de US$ 5,3 millones y gastará otros US$ 700 millones para controlar la contaminación, anunció hoy el gobierno estadounidense.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA por su sigla en inglés) y el Departamento de Justicia indicaron hoy que la empresa aplicará límites más estrictos de sus emisiones y aumentará la vigilancia de sus operaciones en St. Croix, en las Islas Vírgenes de EE.UU.
"Este acuerdo producirá beneficios significativos para el ambiente y la población de las Islas Vírgenes", dijo Cinthia Giles, portavoz de la EPA, quien añadió que "los compromisos hechos por Hovensa de instalar los controles más avanzados de la contaminación significan que habrá un aire más limpio por años".
El gobierno de EE.UU. había iniciado los procedimientos contra Hovensa alegando que la compañía hizo modificaciones en su refinería que aumentaban las emanaciones, sin obtener primero los permisos previos a la construcción y la instalación del equipo requerido de control de la contaminación.
El Gobierno de las Islas Vírgenes se ha sumado al acuerdo y recibirá una porción de la multa. Además la compañía reservará casi US$ 4,9 millones para proyectos que beneficien el ambiente en esas islas.
Hovensa es una de las diez refinerías más grandes del mundo y tiene una capacidad de procesamiento de más de 525.000 barriles diarios.