Inversionistas como Blackstone, Carlyle y el fondo de pensiones del estado de Michigan han recaudado, al menos, US$ 4.400 millones en deuda respaldada por canciones este año, una cantidad récord que pone a los otrora "bonos Bowie" de nicho en la corriente principal, mientras Wall Street busca rendimiento.
Grandes inversores han estado empaquetando canciones en valores respaldados por los ingresos de los éxitos de estrellas como Justin Bieber, Lady Gaga y The Beatles.
Según un análisis de Financial Times, la cantidad de deuda respaldada por música obtenida en 2025 se compara con los más de US$ 3.300 millones de 2024. Solo US$ 300 millones de estos acuerdos se concretaron en 2021, mientra que en 2020 no se registraron.
El ascenso de los "bonos Bowie", considerados durante mucho tiempo demasiado exóticos para el dinero serio, como una clase de activo invertible, marca el último giro en una economía estadounidense donde la búsqueda de rendimiento ha redefinido los límites de las finanzas.
David Bowie fue pionero de este modelo en 1997, recaudando US$ 55 millones a cuenta de futuras regalías de su catálogo con una rentabilidad de 7,9%. James Brown y otros lo siguieron, pero durante dos décadas estos acuerdos fueron una rareza. Hoy se han convertido en un mercado multimillonario que atrae a los mayores inversionistas del mundo.
Auge de los bonos musicales
El actual auge del financiamiento musical se produce en un contexto de repunte generalizado del mercado que ha elevado las valoraciones de las acciones y bonos tradicionales, así como de sectores más complejos, como los bienes raíces comerciales y la deuda estructurada compleja. Esto ha sido un buen augurio para los propietarios de catálogos musicales, que han aprovechado el repunte y han solicitado préstamos de forma agresiva.
“Hay muchísimo capital en el mundo, una cantidad enorme, y ese capital busca activos”, dijo un gran inversionista en deuda por regalías musicales.
Los bonos han empezado recientemente a ser calificados regularmente por las principales agencias de calificación crediticia S&P Global, Fitch y Moody’s, según los participantes del mercado.
Bob Valentine, CEO de la compañía musical Concord, con sede en Nashville, declaró: “Cuando cerramos nuestro primer acuerdo en 2022, solo teníamos la calificación de una agencia, lo cual fue excelente, pero aún era un proceso de aprendizaje para ver cómo resultaría. Ahora, tras cuatro años, los inversores entienden que es seguro”.
Concord, cuya propiedad mayoritaria es del fondo de pensiones del estado de Michigan, completó su primera gran bursatilización musical respaldada por activos en 2022, vendiendo US$ 1.800 millones en bonos vinculados a canciones de Cyndi Lauper y Pink Floyd.
Valentine dijo que desde entonces han "visto triplicarse el número de cuentas que asisten a las reuniones de presentación”.
Alternativas de inversión
En momentos en que los mercados tradicionales ofrecen escasos retornos y los grupos de inversión privados acumulan cantidades récord de efectivo sin gastar, los inversionistas han recurrido a activos que antes eran nichos específicos —desde regalías de canciones hasta patentes de medicamentos— en busca de mayores ganancias.
El tamaño general del mercado de regalías musicales sigue siendo pequeño en comparación con otros segmentos del mundo de las finanzas estructuradas, como los préstamos para automóviles, las deudas de tarjetas de crédito o los alquileres de equipos.
Pero a medida que grandes firmas de inversión como Apollo, KKR y Blackstone buscan deuda con mayor rendimiento, un puñado de activos poco ortodoxos ha llegado a sustentar los títulos respaldados por activos, incluidos cables de fibra óptica, regalías musicales y las unidades de procesamiento de gráficos que impulsan los centros de datos de inteligencia artificial.
Los inversionistas consideran que los valores respaldados por activos musicales ofrecen retornos constantes con un riesgo relativamente bajo, al tiempo que ofrecen un rendimiento mayor que la deuda corporativa con calificación comparable.
Un financiamiento de deuda de US$ 372 millones de Recognition Music, respaldada por los derechos de canciones de los Red Hot Chili Peppers, Justin Bieber y Shakira, se estimó en un rendimiento del 5,6% en agosto. Esta cifra superó en aproximadamente un punto porcentual a la de un bono corporativo estadounidense con rendimiento y vencimiento similares, según el proveedor de datos ICE Data Services.
Jeevan Sagoo, director general de Ares, dijo que parte del atractivo era el fuerte crecimiento de la industria musical y las protecciones legales que han disfrutado los derechos de autor de la música desde que la era de Napster casi acabó con el negocio.
“La música ha demostrado durante décadas, a través de diversos ciclos y disrupciones, ingresos y flujos de caja muy predecibles y similares a los de una anualidad”, afirmó. “Esto la ha convertido en una inversión muy atractiva”, señaló.