El minorista chino de bajo costo Miniso lanzó sus propios juguetes coleccionables para competir con la muñeca de dientes puntiagudos Labubu de Pop Mart, mientras una ola de empresas chinas se apresuran a desarrollar sus propias marcas.
La compañía, que produce una gama de artículos que incluye juguetes de peluche y artículos para el hogar, reveló recientemente una estrategia para desarrollar sus propios personajes y dijo que había contratado a nueve artistas para producir diseños.
La incursión de Miniso en el desarrollo de propiedad intelectual original llega tras el éxito de Labubu, que ha impulsado las ventas de su rival chino Pop Mart, cuyo valor de mercado de 440.000 millones de dólares de Hong Kong (US$ 56.000 millones) es ahora más del doble que el de los grupos de juguetes estadounidenses Mattel y Hasbro juntos.
Uno de los personajes de Miniso es Wakuku, un muñeco peludo con una ceja unida que salió a la venta a fines del año pasado. Al igual que Pop Mart, la compañía también vende juguetes en máquinas expendedoras y "cajas sorpresa", con un artículo desconocido de una colección.
“Pop Mart es un rival muy digno”, declaró Robin Liu, director de marketing de Miniso, en una entrevista en la sede de la compañía en Guangzhou, donde su oficina está decorada con peluches. “Juntos estamos ampliando el mercado”, afirmó.
Las cifras de Miniso
Miniso obtiene una parte de sus 17.000 millones de yuanes (US$ 2.400 millones) en ventas anuales vendiendo artículos bajo licencia de otras marcas, como Disney y Marvel. Sin embargo, ahora está desarrollando sus propios diseños para aumentar su cuota de mercado de juguetes coleccionables, incluso a través de su filial Top Toy, a medida que se expande internacionalmente.
El mercado de juguetes coleccionables ha evolucionado en China desde un segmento de nicho a una adopción generalizada impulsada por fanáticos entusiastas, particularmente mujeres de la Generación Z, según una investigación de HSBC.
“Miniso solía ser una tienda departamental asequible, pero hoy el diseño IP se ha convertido en nuestra característica distintiva”, dijo Liu, y agregó que su expansión sería “bastante agresiva”.
Los ingresos de la compañía crecieron más rápido de lo esperado en el segundo trimestre de este año hasta poco menos de 5.000 millones de yuanes (poco más de US$ 700 millones), en parte como resultado del aumento de las ventas en tiendas estadounidenses.
Los ingresos de Top Toy, que vende una gama de juguetes originales y con licencia, aumentaron aproximadamente un 87%, alcanzando los 402 millones de yuanes (cerca de US$ 56,3 millones), durante el mismo período. Miniso anunció en junio que estaba considerando la posibilidad de cotizar la empresa en bolsa.
Liu afirmó que Estados Unidos era el mercado más importante para la expansión de Miniso, a pesar de los aranceles sobre los productos chinos. Añadió que la empresa había aumentado sus compras en EEUU y estimaba que ahora compra alrededor del 40% de sus productos en el país a empresas estadounidenses.
“Debido a los aranceles, tendremos algunos aumentos de precios”, dijo Liu. “Nuestros productos cuestan entre US$ 10 y US$ 20, así que, incluso con el aumento de precio, siguen estando dentro de un rango asequible. Además, cuanto más moderno e icónico sea un producto, menos sensibles son los consumidores al precio”, comentó.
Desafío de las marcas chinas
Sin embargo, Miniso aún tiene que producir un éxito tan popular como Labubu de Pop Mart. Lina Yan, analista de HSBC Global Investment Research, afirmó que la mayoría de los consumidores estadounidenses aún consideran a Miniso una tienda de peluches de bajo costo.
“Las marcas chinas sin duda están consolidando su visibilidad entre los consumidores estadounidenses”, afirmó Yan. “Sin embargo, a nivel nacional, el mercado estadounidense aún no se ha convertido en una fuente importante de ingresos para el grupo”, precisó.
Miro Li, fundador de la consultora de marketing Double V Consulting con sede en Shenzhen, dijo que las marcas chinas no han penetrado en Estados Unidos de la misma manera que lo han hecho las empresas japonesas o coreanas.
“Las tensiones geopolíticas son un factor”, dijo. “La cultura china aún no ha alcanzado el mismo nivel de influencia global”, explicó.
En China, el mercado de objetos coleccionables también se ha vuelto cada vez más competitivo.
“Repetir el éxito de Labubu no es tarea fácil: desarrollar IP originales requiere tiempo, dinero y un poco de suerte”, afirmó Li.