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Crisis de Abengoa desata la guerra total entre las familias accionistas

Millonarias indemnizaciones y suspensión de dividendos desatan ira.

Por: | Publicado: Martes 15 de diciembre de 2015 a las 04:00 hrs.
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La paz que han vivido las familias fundadoras y los accionistas históricos de Abengoa desde el nacimiento de la compañía sevillana, hace 74 años, ha estallado por los aires. Los últimos acontecimientos han desatado una batalla fratricida en la que la mayoría de los ataques se dirigen hacia Felipe Benjumea, hijo del cofundador del grupo y quien ha sido presidente ejecutivo durante dos décadas.

Algunos de estos socios se han planteado llevar a Benjumea a los tribunales, al considerarle -junto al que fuera director ejecutivo hasta mayo, Manuel Sánchez Ortega- el principal responsable de haber situado a la empresa al borde de la quiebra. En apenas ocho meses su capitalización bursátil ha pasado de más de 2.800 millones de euros a menos de 250 millones.

Pese a que el holding andaluz suele ser asociado a Felipe Benjumea y a su hermano Javier, hay otra veintena de socios relevantes que tienen un peso accionario similar. La participación de todos ellos se articula a través de Inversión Corporativa, sociedad en la que agrupan sus acciones en Abengoa, y que equivalen al 56% de los derechos políticos.

Pese a que las críticas no son nuevas -desde hace tiempo varias ramas venían alertando del sobreendeudamiento-, las hostilidades se rompieron definitivamente tras el verano (boreal), cuando la banca exigió la puesta un drástico plan de ajuste que contemplaba dos hechos insólitos en la historia de Abengoa.

Por un lado, la salida de Felipe Benjumea de la presidencia, en septiembre, y el nombramiento de José Domínguez Abascal, lo que se ha traducido en que por primera vez no ocupa la cúspide de la empresa un miembro de las familias fundadoras.

Por otro -y más importante aún- se suspendía sine die el reparto de dividendos, lo que ha supuesto un duro golpe económico para algunos de estos accionistas. Además, hay que tener en cuenta que los grandes sueldos en Abengoa los acaparaban Felipe y Javier Benjumea -cobraban anualmente 4,5 y 1,8 millones de euros, respectivamente.

También ha generado malestar que el presidente recibiera 11,48 millones de indemnización por dejar el cargo y que, además, haya firmado un contrato para seguir en la empresa como asesor. Este acuerdo, vigente hasta diciembre de 2016, le reportará 1 millón anual.

Mayor irritación ha causado aún que Sánchez Ortega haya percibido 4 millones por su marcha -y tiene comprometidos otros tantos-, pese a que apenas dos meses después fichó por el fondo BlackRock.

Fitch recorta la nota en dos niveles

La agencia de calificación de riesgos Fitch ha bajado ayer en dos escalones la nota crediticia de Abengoa, hasta el nivel de "RD", es decir, "restricted default" o quiebra limitada, según ha indicado la entidad en un comunicado.


La agencia ha tomado esta decisión después de que la pasada semana el grupo, que se encuentra en preconcurso de acreedores, anunciara el impago de varios bonos emitidos en Irlanda con el objetivo de garantizar su sostenibilidad financiera.


El grado "RD" refleja un impago de bonos, créditos u otras obligaciones financieras, pero que no implica una bancarrota, liquidación ni cese de actividad.


Fitch todavía podría mejorar la calificación de la firma española si Abengoa incrementa su nivel de liquidez al lograr acuerdos con sus acreedores. En caso de que esto no ocurra, por el contrario, recortaría la nota de Abengoa aún más hasta "D" -el último grado, que indica quiebra- si el negocio cesa.

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