Portugal celebra un año libre de la Troika con buenas cifras
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Como un preso que celebra el aniversario de su puesta en libertad, Portugal cumplió la semana pasada un año sin la supervisión de la Troika, formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea, a la que el gobierno luso debía rendir cuentas cada trimestre.
El primer ministro, Pedro Passos Coelho, se felicitó por haber conseguido lo que en su opinión era la misión principal del Ejecutivo, "prescindir de la Troika" después de un "esfuerzo colosal".
Los datos evidencian una mejora de Portugal. En el primer trimestre, el PIB creció 0,4% en comparación con el trimestre anterior y 1,4% respecto al mismo período del año pasado, debido sobre todo a los buenos datos de las exportaciones y al repunte de la demanda interna. En el conjunto de 2014, la economía creció 0,9% interanual, y las previsiones apuntan a que este año lo hará 1,7%. Fue en mayo del año pasado cuando el país concluía su programa de rescate, después de haber recibido 78.000 millones de euros (US$ 85.878 millones) durante tres años, a cambio de profundos ajustes en el gasto público y reformas estructurales que causaron huelgas y protestas. Había sido el anterior primer ministro, el socialista José Sócrates –que ahora cumple condena por fraude fiscal–, el que en abril de 2011 no pudo resistir la presión y solicitó la ayuda internacional. Tres años después, su sucesor, Passos Coelho, mostraba así su optimismo con la conclusión del rescate: "Ha sido la extraordinaria determinación de los portugueses lo que nos ha permitido superar todos los obstáculos".
Esto no significa que ya esté libre de peligros. Según el FMI, Portugal será la séptima economía más lenta del mundo entre 2011 y 2020. Además, el desempleo se mantendría en 13,4% en 2015, apenas cinco décimas mejor que en 2014. El ámbito donde mayor alivio se observa es en los mercados de deuda, donde el país es capaz de financiarse a cambio de intereses muy bajos.