Un fondo de US$ 30.000
millones para incentivar las pequeñas y medianas empresas (Pymes) y la creación de puestos de
trabajo, aprobó en la jornada de hoy el Senado de Estados Unidos.
La ley, por la que había
abogado insistentemente el presidente Barack Obama, ahora deberá ser sometida
al voto en la Cámara de Representantes.
Esta iniciativa proporciona,
asimismo, unos US$ 12.000 millones en alivios fiscales para las pequeñas
empresas, que podrán descontar más rápidamente de sus impuestos la depreciación
de los equipos que adquieran.
La aprobación de esta
medida representa un triunfo para el oficialismo norteamericano, pues la
iniciativa estuvo bloqueada durante meses por la minoría republicana, que
objetaba la multiplicación de programas del Gobierno para los cuales, según ese
partido, no hay suficientes recursos fiscales.
Los demócratas lograron
superar hace dos días una maniobra parlamentaria de obstrucción cuando sumaron
a su causa el voto de dos republicanos, George Voinovich, de Ohio, y George
LeMieux, de Florida, senadores que anunciaron su retiro del Congreso al término
de esta legislatura.
El presidente Obama
elogió hoy la aprobación de la ley y señaló que "el fortalecimiento de
nuestra economía a corto plazo y la reconstrucción en el largo plazo no son
procesos de un paso".
Los US$ 30.000 millones para
las pymes se distribuirán a través de pequeños bancos, con activos de menos de US$
10.000 millones, los que tendrán que justificar que el dinero está siendo
distribuido en el tejido empresarial estadounidense.