Internacional
Tata Consultancy Services se prepara para crecer en mercados emergentes
Es la firma pionera (y la más grande) en servicios informáticos y outsourcing en ese país y sus planes son seguir creciendo.
Por: | Publicado: Lunes 8 de agosto de 2011 a las 05:00 hrs.
- T+
- T-
Por Marcela Corvalán Moyano
Desde Chennai, India
Hace calor en Chennai, 37 grados, aunque el chofer me cuenta que la temporada calurosa, el verano, ya pasó. Eso explica que haya poco tráfico de autos, dice él, porque los veraneantes, que vienen a la segunda playa más larga del mundo, se fueron hace más de un mes. Se le olvida que la ciudad, antes conocida como Madrás, es el hogar de 4,5 millones de personas y de 7 millones si se suman los suburbios periféricos, y que se la conoce como la Detroit de la India, ya que aquí se produce 40% de los vehículos del país. También es el corazón de la industria fílmica: estoy en Bollywood.
El gobierno de Tamil Nadu decidió hacer de Chennai uno de los centros de software de India, tal como Bangalore e Hyderabad y creó zonas especiales para atraer a las empresas tecnológicas. Después de todo, India posee hoy una industria de servicios informáticos de US$ 76.000 millones anuales, que emplea a 2,5 millones de personas. Las tres grandes firmas de TI del país, Tata Consultancy Services (TCS), Infosys y Wipro, cuentan entre sus clientes a Deutsche Bank y Citigroup, además de gobiernos y otras grandes empresas.
El sector, dicen sus observadores, ha llegado a la madurez y sus protagonistas han tenido que adaptarse al ambiente post crisis financiera – con los grandes bancos estadounidenses y europeos como clientes, muchos no lo pasaron bien durante la crisis. Ahora han comenzado a diversificar su cartera de soluciones para llegar a nuevas industrias y clientes.
TCS es lejos la más grande de las empresas de outsourcing de India, y de las pioneras: no ha parado de crecer desde su creación en 1968. En 1974 consiguió su primer cliente offshore. El año pasado, sus ventas llegaron a US$ 8.194 millones.
Vine a Siruseri para conocer su flamante campus, un complejo de 5.000.000 de metros cuadrados, que albergará a 25.000 personas en seis edificios una vez que esté terminado, y cuya construcción se inició en 2006. Ya se ha completado el 80% de la construcción y los edificios comenzaron a ocuparse a medida que eran terminados. Tiene grandes cuerpos de agua, lagunas para acumular agua de lluvia e instalaciones para reciclar el agua y usarla en los baños, entre otras características verdes.
Aunque es un símbolo impresionante de los logros de la industria tecnológica en India, las operaciones de TCS no se limitan a Siruseri. La empresa por largo tiempo ha “seguido al sol”, iniciando un trabajo en Australia, siguiendo en India y luego Hungría para terminar en Uruguay. Es la única manera de atender a cientos de clientes en diferentes husos horarios.Y quieren más, así que buscan activamente oportunidades en regiones de alto crecimiento, incluyendo Asia, Medio Oriente y América Latina. Por ahora, su mercado clave sigue siendo Estados Unidos, donde hacen más de la mitad de sus ventas y buscan oportunidades de compra en Japón y Europa. Pero en el largo plazo, se espera que los mercados emergentes contribuyan hasta 20% de los ingresos de la firma en comparación con el 7% del año pasado, según me explicaba el CEO, N. Chandrasekaran, ayer en Mumbai. Tienen 8.000 empleados en América Latina e ingresos de más de US$ 300 millones - y la convicción de que puede convertirse en un mercado de US$ 1.000 millones en el mediano plazo.
Los riesgos que enfrentan son los mismos de cualquier otra empresa global: la recuperación económica internacional, en particular la de los mercados desarrollados.
También enfrentan el desafío de conseguir suficiente mano de obra capacitada. A pesar de que en India se titulan 500 mil ingenieros al año, la industria calcula que para 2020 le faltarán dos millones de ingenieros (así son todos los números en India cuando se habla de personas, en cientos de miles y millones).
Han cambiado el modelo de negocios para orientarlo a resultados y aumentar la eficiencia, pero las tasas de crecimiento apuntan a que tendrán que competir por el recurso humano, subiendo sueldos. Con eso, India no tendrá tanta ventaja en costos como en el pasado y tendrá más sentido instalar centros de mayor tamaño y poder resolutivo en otras regiones. TCS ya tiene uno en Uruguay, orientado al mercado de EEUU y otro en México. Y creciendo.
Hace calor en Chennai, 37 grados, aunque el chofer me cuenta que la temporada calurosa, el verano, ya pasó. Eso explica que haya poco tráfico de autos, dice él, porque los veraneantes, que vienen a la segunda playa más larga del mundo, se fueron hace más de un mes. Se le olvida que la ciudad, antes conocida como Madrás, es el hogar de 4,5 millones de personas y de 7 millones si se suman los suburbios periféricos, y que se la conoce como la Detroit de la India, ya que aquí se produce 40% de los vehículos del país. También es el corazón de la industria fílmica: estoy en Bollywood.
El gobierno de Tamil Nadu decidió hacer de Chennai uno de los centros de software de India, tal como Bangalore e Hyderabad y creó zonas especiales para atraer a las empresas tecnológicas. Después de todo, India posee hoy una industria de servicios informáticos de US$ 76.000 millones anuales, que emplea a 2,5 millones de personas. Las tres grandes firmas de TI del país, Tata Consultancy Services (TCS), Infosys y Wipro, cuentan entre sus clientes a Deutsche Bank y Citigroup, además de gobiernos y otras grandes empresas.
El sector, dicen sus observadores, ha llegado a la madurez y sus protagonistas han tenido que adaptarse al ambiente post crisis financiera – con los grandes bancos estadounidenses y europeos como clientes, muchos no lo pasaron bien durante la crisis. Ahora han comenzado a diversificar su cartera de soluciones para llegar a nuevas industrias y clientes.
TCS es lejos la más grande de las empresas de outsourcing de India, y de las pioneras: no ha parado de crecer desde su creación en 1968. En 1974 consiguió su primer cliente offshore. El año pasado, sus ventas llegaron a US$ 8.194 millones.
Vine a Siruseri para conocer su flamante campus, un complejo de 5.000.000 de metros cuadrados, que albergará a 25.000 personas en seis edificios una vez que esté terminado, y cuya construcción se inició en 2006. Ya se ha completado el 80% de la construcción y los edificios comenzaron a ocuparse a medida que eran terminados. Tiene grandes cuerpos de agua, lagunas para acumular agua de lluvia e instalaciones para reciclar el agua y usarla en los baños, entre otras características verdes.
Aunque es un símbolo impresionante de los logros de la industria tecnológica en India, las operaciones de TCS no se limitan a Siruseri. La empresa por largo tiempo ha “seguido al sol”, iniciando un trabajo en Australia, siguiendo en India y luego Hungría para terminar en Uruguay. Es la única manera de atender a cientos de clientes en diferentes husos horarios.Y quieren más, así que buscan activamente oportunidades en regiones de alto crecimiento, incluyendo Asia, Medio Oriente y América Latina. Por ahora, su mercado clave sigue siendo Estados Unidos, donde hacen más de la mitad de sus ventas y buscan oportunidades de compra en Japón y Europa. Pero en el largo plazo, se espera que los mercados emergentes contribuyan hasta 20% de los ingresos de la firma en comparación con el 7% del año pasado, según me explicaba el CEO, N. Chandrasekaran, ayer en Mumbai. Tienen 8.000 empleados en América Latina e ingresos de más de US$ 300 millones - y la convicción de que puede convertirse en un mercado de US$ 1.000 millones en el mediano plazo.
Los riesgos que enfrentan son los mismos de cualquier otra empresa global: la recuperación económica internacional, en particular la de los mercados desarrollados.
También enfrentan el desafío de conseguir suficiente mano de obra capacitada. A pesar de que en India se titulan 500 mil ingenieros al año, la industria calcula que para 2020 le faltarán dos millones de ingenieros (así son todos los números en India cuando se habla de personas, en cientos de miles y millones).
Han cambiado el modelo de negocios para orientarlo a resultados y aumentar la eficiencia, pero las tasas de crecimiento apuntan a que tendrán que competir por el recurso humano, subiendo sueldos. Con eso, India no tendrá tanta ventaja en costos como en el pasado y tendrá más sentido instalar centros de mayor tamaño y poder resolutivo en otras regiones. TCS ya tiene uno en Uruguay, orientado al mercado de EEUU y otro en México. Y creciendo.