Wall Street se mantiene atento. Este miércoles se publican los resultados de Nvidia, la empresa más valiosa del momento.
Los analistas, que esperan que la compañía liderada por Jesse Huang cumpla con el crecimiento esperado, estiman ingresos de US$ 55 mil millones y US$ 1, 2 en ganancias por acción. El mercado también mirará con atención la proyección sobre los resultados; el mejor escenario sería que se superen los US$ 207 mil millones en ventas para 2025.
¿Sigue firme el ciclo de inversión en IA?
El mercado estará atento a determinar si las inversiones en inteligencia artificial pueden sostenerse en el corto y mediano plazo. Según el analista de DVA Capital, Fernando Hales, la gran pregunta es cuánto puede seguir entregando Nvidia en un contexto donde persisten dudas sobre una posible “burbuja” del sector.
La visión optimista de Jensen Huang -quien insiste en que “la demanda de inteligencia artificial es increíble”- será puesta a prueba. Los inversionistas buscan señales que confirmen que la adopción de IA continúa expandiéndose y que episodios recientes, como las ventas de acciones de Peter Thiel o las advertencias del inversionista Michael Burry, no están anticipando un deterioro más profundo en la confianza del mercado.
“El foco estará en los acuerdos que Nvidia mantiene con startups como Anthropic y OpenAI: si se concretan, cómo se ejecutarán y qué magnitud tendrán. Esos deals permiten dimensionar cuánto está penetrando la inteligencia artificial en el mundo real. Será clave ver cómo evoluciona la demanda por parte de las grandes tecnológicas de aquí al corto o mediano plazo”, dice Hales.
Márgenes y “vida útil” de las GPU
Otro punto relevante es el debate que se abrió en torno a la depreciación de las GPU y a los márgenes que todavía generan chips lanzados hace cinco o seis años.
La evolución de esa rentabilidad permitirá entender cuánta vida útil tienen estos procesadores en el mundo operativo, un factor que el mercado está observando con atención porque ayuda a proyectar la sostenibilidad del negocio de hardware.
Además, Hales anticipa que esta vez las preguntas serán más macro, enfocadas en la salud del mercado de inteligencia artificial en general, más que en elementos específicos de Nvidia. En ese sentido, temas como China o las ventas al país -que en trimestres anteriores tuvieron un rol central- deberían perder relevancia.
Según explica, esas líneas de negocio ya no pesan tanto como antes, cuando las ventajas competitivas de Nvidia les daban un impulso más visible.
¿Una burbuja?
El tercer punto será evaluar si el boom de la IA mantiene fundamentos sólidos o si el mercado está delante de un ciclo inflado por expectativas difíciles de sostener. “Las preguntas van a ser mucho más abiertas a ciertas inversiones de inteligencia artificial. Se van a mantener o no, con el fin de ver si realmente esta burbuja existe o si son miedos infundados del mercado”, señala Hales.
Tanto Reuters como Financial Times citaron señales de inquietud en la industria: varios actores advierten que el gasto en infraestructura de IA estaría yendo demasiado rápido y que las valorizaciones del sector ya comenzaron a alejarse de sus fundamentos.
Para los inversionistas, la señal clave será si Nvidia muestra continuidad en pedidos, claridad en sus acuerdos estratégicos y una trayectoria sostenible en el gasto de los hyperscalers.