La incipiente guerra comercial entre la Unión Europea (UE) y China se agrava. Bruselas presentará mañana o el viernes una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por los aranceles chinos a las importaciones de tubos de acero inoxidable usados en plantas eléctricas, dijeron fuentes a Reuters.
Se trata del última episodio de una disputa que ya involucró los aranceles europeos a paneles sociales chinos y el anuncio de Beijng de investigar a los vinos europeos por dumping.
Los aranceles chinos afectan a empresas como la española Tubacex y la alemana Salzgitter, según fuentes que pidieron el anonimato. La misión china ante la UE no comentó el hecho de inmediato.
La medida permitirá a la UE a sumarse a la queja presentada en diciembre por Japón en contra de China y enviará un mensaje de que Bruselas está dispuesta a tomar medidas legales en contra de los aranceles que considera impuestos como represalia y no por razones objetivas.
China anunció primero el plan para imponer aranceles al acero europeo en septiembre de 2011, poco después de que la UE decretara medidas similares tubería china de acero en junio. Por los aranceles al acero importado China ya se enfrentó con Japón y EEUU.
Niegan vínculo
El portavoz de la Comisión Europea de temas comerciales señaló a Reuters que no podía comentar casos específicos presentados a la OMC, pero señaló que si había una queja no está relacionada con ninguna investigación en curso, como el caso de los paneles solares.
“La resolución de disputas comerciales a través de la OMC es un proceso completamente aparte basado en muchos meses de preparación legal y análisis. Cualquier acción, de tomarse, no puede interpretarse de ninguna manera como una medida retaliatoria”, dijo el portavoz John Clancy. La OMC declinó comentar los hechos.
El experto comercial David Savage, de la firma legal Eversheds, expresó a Reuters que la disposición de la UE a enfocarse repetidas veces en la OMC para cuestionar los aranceles chinos demuestra que está comprometida con defender a los productores, pero advirtió que los casos de la OMC toman años.
“Aunque centrarse en la OMC podría ser una solución, ninguna parte puede permitirse ignorar el potencial de negociaciones constructivas, que probablemente generen una resolución más rápida y mutuamente satisfactoria”, añadió.
La industria acerera europea sufre actualmente una combinación de demanda descendente y presión de precios de competidores asiáticos, en especial de China, responsable de la mitad de la producción mundial.
Ayer la Comisión reveló un plan para reanimar la industria siderúrgica de Europa, pero críticos dijeron que contenía pocas medidas nuevas y que se requerirían muchas más tomas de decisión para salvar al sector. La demanda europea de acero está un 27% por debajo de los niveles de 2007 y se perdió el 10% de los empleos entre 2007 y 2011.