Los ministros de Finanzas de la Unión Europea llegaron a un acuerdo hoy
sobre la nueva regulación de gestores de fondos de alto riesgo (hedge
funds, en inglés), que pretende introducir una mayor vigilancia en el
sector.
El acuerdo de hoy, logrado tras más de 18 meses de
negociaciones, incluye la puesta en marcha del llamado "pasaporte
europeo" que era exigido por Londres, y que permitirá que los fondos
domiciliados fuera de la UE puedan operar a partir de 2015 en todo el
territorio comunitario, una vez que hayan logrado la autorización de un
estado miembro.
El acuerdo de hoy, votado por unanimidad en el
consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin), ha sido
posible después de que Francia flexibilizara su postura respecto al
pasaporte para países terceros, al que se oponía con el argumento de que
abriría la puerta a fondos establecidos en paraísos fiscales como las
islas Caimán que, al ser un territorio británico, podrían operar sin
mayores controles.
La ministra francesa de Finanzas, Christine
Lagarde, explicó que Francia ha moderado su postura "en virtud del
acuerdo" y aseguró que el compromiso adoptado también satisface a los
países "partidarios de más orden y disciplina" al otorgar poderes de
vigilancia a la futura autoridad europea de supervisión de los mercados
(ESMA, según sus siglas en inglés).
Entre otras atribuciones,
ESMA podrá pedir a las autoridades nacionales que intervengan en un
determinado fondo si consideran que está provocando un riesgo.
Con la decisión de hoy, la UE pretende "cumplir con los compromisos de
la Unión Europea en el marco del G20, así como el mandato de los líderes
europeos para endurecer la regulación a todos los operadores del
mercado cuyas actividades puedan suponer un riesgo para la estabilidad
financiera", dice el comunicado enviado tras el acuerdo.
A principios de
2015, la Comisión Europea determinará los requisitos que deberá tener el
pasaporte para estos fondos extranjeros, sobre la base de un informe de
ESMA.
El pacto de hoy aún debe ser aprobado por el Parlamento Europeo, pero
los Veintisiete y la Comisión Europea se mostraron confiados al
respecto, al considerar que el acuerdo incluye muchas de sus
reivindicaciones.