Volkswagen marca hoy el regreso de sus actividades de producción de vehículos en EEUU con la apertura oficial de la planta de montaje de Chattanooga en la que se producirá una nueva versión del modelo Passat.
La apertura oficial de Chattanooga, en el estado de Tennessee, pondrá fin a 23 años durante los que Volkswagen no ha producido vehículos en suelo estadounidense.
La planta emplea a 2.000 personas y es parte del plan del fabricante alemán de triplicar para 2018 sus ventas en EEUU, cuando espera alcanzar una demanda de 800.000 vehículos al año.
Volkswagen, que tiene unos 600 concesionarios en EEUU, ha dicho que en los próximos años invertirá US$ 4.000 millones en el país para alcanzar ese objetivo.
El año pasado, Volkswagen vendió 256.830 vehículos en EEUU, un 20,3% más que en 2009. El automóvil de más éxito fue el modelo Jetta, con 123.213 unidades vendidas.