La rentabilidad de las gestiones de sustentabilidad se puede medir e incluso lograr un balance en los costos
Por: | Publicado: Lunes 8 de agosto de 2011 a las 05:00 hrs.
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En los últimos diez años el mundo ha tomado conciencia de los impactos ambientales y de la necesidad de proteger los recursos naturales, en términos de producción de alimentos y la riqueza mineral y cómo todo esto influye en nuestro estándar de vida. Pero falta mucho por hacer en un espacio breve de tiempo, contó a DF Richard Jackson, director de Sustentabilidad de la Autoridad Olímpica de Londres, quien participará de la Cumbre de Sustentabilidad 2011, que organiza revista Capital y que se realizará mañana en Espacio Riesco.
- ¿Qué tema abordará en el seminario?
- La visita es realmente sobre construcción y tomar en cuenta lo que hicimos en el parque olímpico de Londres, como ejemplo de lo que se puede lograr y los resultados a los que llegamos.
- ¿Cómo fue ese proceso?
- Una de las primeras cosas que hicimos fue hacer nuestra propia estrategia de sustentabilidad. Miramos las mejores prácticas en Reino Unido y el mundo en términos de ahorro de emisiones de carbono y reducción de gastos de agua y de basura, en términos de reciclaje y usamos todo eso en nuestro plan para conversar con nuestros principales socios en nuestra cadena de producción, trabajando muy de cerca para sacar el proyecto.
- ¿Cuál fue el resultado?
- Una serie de proyectos de infraestructura y paisajismo, así como sedes olímpicas, que tienen características sorprendentes en términos de sustentabilidad. Lo principal de nuestra experiencia es el proceso. La razón del éxito de las sedes que entregamos fue la clara estrategia frontal que establecimos. Fijamos metas y dijimos “esto es lo que queremos lograr”.
- ¿Lo vieron reflejado en los costos?
- En el parque olímpico hay un verdadero balance y no un gran costo como se pensaba. Por ejemplo, queríamos reducir la cantidad de materiales empleados y al hacerlo se reducen los costos de transportar ese material, hacerlos y pagar por ellos. Pedimos retirar acero y concreto en caso de que no fuera necesario, para hacer sedes más ligeras.
- Pero, ¿se puede medir el impacto?
- Se puede medir la rentabilidad del impacto social de los juegos olímpicos y para medir el beneficio ambiental de las sedes, por ejemplo en el velódromo, colocamos sistemas de eficiencia de agua, recolección de aguas lluvia y otra técnicas. El resultado es que esa sede en el largo plazo debiera ahorrar hasta 73% de agua potable. En los próximos años seguiremos monitoreando el uso de agua.
- ¿Cómo es la relación con las empresas?
- Descubrimos que las empresas querían certidumbre, en el sentido de saber lo que queríamos lograr y cómo lograrlo. Estableciendo un marco claro pudimos mantener la certidumbre. Cada contratista tenía muy claro lo que tenía que lograr y trabajaron con varios equipos de diseñadores para lograrlo.
- ¿Qué tema abordará en el seminario?
- La visita es realmente sobre construcción y tomar en cuenta lo que hicimos en el parque olímpico de Londres, como ejemplo de lo que se puede lograr y los resultados a los que llegamos.
- ¿Cómo fue ese proceso?
- Una de las primeras cosas que hicimos fue hacer nuestra propia estrategia de sustentabilidad. Miramos las mejores prácticas en Reino Unido y el mundo en términos de ahorro de emisiones de carbono y reducción de gastos de agua y de basura, en términos de reciclaje y usamos todo eso en nuestro plan para conversar con nuestros principales socios en nuestra cadena de producción, trabajando muy de cerca para sacar el proyecto.
- ¿Cuál fue el resultado?
- Una serie de proyectos de infraestructura y paisajismo, así como sedes olímpicas, que tienen características sorprendentes en términos de sustentabilidad. Lo principal de nuestra experiencia es el proceso. La razón del éxito de las sedes que entregamos fue la clara estrategia frontal que establecimos. Fijamos metas y dijimos “esto es lo que queremos lograr”.
- ¿Lo vieron reflejado en los costos?
- En el parque olímpico hay un verdadero balance y no un gran costo como se pensaba. Por ejemplo, queríamos reducir la cantidad de materiales empleados y al hacerlo se reducen los costos de transportar ese material, hacerlos y pagar por ellos. Pedimos retirar acero y concreto en caso de que no fuera necesario, para hacer sedes más ligeras.
- Pero, ¿se puede medir el impacto?
- Se puede medir la rentabilidad del impacto social de los juegos olímpicos y para medir el beneficio ambiental de las sedes, por ejemplo en el velódromo, colocamos sistemas de eficiencia de agua, recolección de aguas lluvia y otra técnicas. El resultado es que esa sede en el largo plazo debiera ahorrar hasta 73% de agua potable. En los próximos años seguiremos monitoreando el uso de agua.
- ¿Cómo es la relación con las empresas?
- Descubrimos que las empresas querían certidumbre, en el sentido de saber lo que queríamos lograr y cómo lograrlo. Estableciendo un marco claro pudimos mantener la certidumbre. Cada contratista tenía muy claro lo que tenía que lograr y trabajaron con varios equipos de diseñadores para lograrlo.