Fue a fines del 2014 que BTG Pactual recibió la licencia bancaria definitiva de manos de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF). Y este hecho tuvo una doble importancia: por un lado, era la primera que se otorgaba en los últimos diez años. Pero por otro, permitía que por primera vez se constituyera en Chile un banco de inversión propiamente tal.
Es decir, que además de ofrecer productos típicamente asociados a administradoras de fondos o corredoras de bolsa, también podían ofrecer créditos a sus clientes.
Todo, claro, dentro de la definición de ser un banco "de segundo piso".
Ya con la venia del regulador, la entidad brasilera -aunque su existencia en nuestro país se remonta a Celfin, cuyos socios originales eran Juan Andrés Camus, Jorge Errázuriz y Mario Lobo- se dedicó de lleno a concretar los planes para el banco.
Para ello, el gerente general de la entidad financiera, Alejandro Montero -quien también es CEO de BTG Pactual Chile-, se dedicó a trazar las directrices para concretar el plan de negocios local del banco, para los próximos años, el que según sus palabras "es ambicioso, y siempre enfocado en corporaciones, instituciones, inversionistas institucionales e inversionistas de alto patrimonio, siendo nuestra misión entregarles un servicio de excelencia".
Sin embargo, la fuerte desaceleración de la economía local, la salida de capitales de los mercados emergentes, la caída de los commodities y la incertidumbre respecto a la expansión en China, hicieron que algunos nubarrones aparecieran en el horizonte, lo que llevó, inexorablemente, a la pregunta lógica respecto a si éste era el mejor momento para abrir el banco.
-¿Cómo incide en el recién estrenado banco el momento económico actual, con la desaceleración de China, por una parte, y el menor crecimiento en Chile?
-Para nada. Los momentos económicos son siempre coyunturales, puntuales y de corto plazo. En nuestro negocio, en cambio, se tiene un foco en el muy largo plazo; toda nuestra estrategia está basada en el largo plazo; de manera que no vamos haciendo cambios de estrategia mirando las coyunturas.
-¿Modificaron en algo los planes de BTG Pactual?
-Aquí existe un plan muy definido, y como banco tenemos un compromiso con la región, que asumimos hace mucho tiempo: se traduce en ser fuertes acá, en Chile, así como en Perú, Colombia y México. En este último país, por ejemplo, se acaba de definir la contratación de Guillermo Ortiz como nuevo presidente de BTG Pactual México, quien fuera secretario de Hacienda y presidente del Banco Central en ese país, además de director ejecutivo del FMI. Ésta es una prueba bien clara de que estamos reforzando el banco, para seguir creciendo y desarrollándonos.
-¿Cuánto estima que podríamos continuar en esta parte baja del ciclo en la región. ¿Hay optimismo?
-Nosotros esperamos que este escenario menos auspicioso para Latinoamérica continuará el próximo año, pero existe mucha heterogeneidad. Por el lado del Atlántico, la actividad está cayendo, mientras que las economías andinas están en una fase de desaceleración tras el fin del súper ciclo de los commodities. Y México puede seguir repuntando de la mano de Estados Unidos y sus mejoras en competitividad. A Brasil probablemente le tomará un par de años corregir sus cuentas para salir adelante y retomar el crecimiento. Argentina seguramente enfrentará un ajuste en el corto plazo, pero las señales son positivas para más adelante. En resumen, podemos esperar un repunte gradual de la región a partir de 2017.
¿Exportadores ya aprovechan tipo de cambio y suben inversiones?
-Ustedes asesoran a grandes compañías, entre ellas, a exportadores. Muchos de ellos, se han beneficiado con el actual tipo de cambio. ¿Han visto que, por esta razón, estén aumentando sus inversiones? Si es así, ¿qué impacto puede tener en los bancos de inversión?
-Los beneficios de la depreciación del tipo de cambio real han sido muy heterogéneos a través de sectores y aún no han gatillado un repunte relevante de las exportaciones no tradicionales o las inversiones en estos sectores.
El impacto positivo es claro en aquellas empresas que exportan productos agrícolas, principalmente hacia Estados Unidos y Europa, y crecientemente hacia China, que se ven beneficiadas, tanto por la depreciación de la moneda como por el mayor crecimiento del consumo en estos mercados.
En cambio, el impacto de la depreciación ha sido casi nulo o negativo para muchas empresas manufactureras que exportan al resto de la región, porque la demanda en estos países está más débil y sus monedas se han depreciado igual o más que el peso chileno.
-Considerando el estado de la economía mundial, ¿cuáles cree que serán en el corto plazo los principales nichos de mercado y qué aporte puede hacer BTG Pactual de cara a sus clientes?
-Los nichos de mercado no cambian. Lo importante es saber recomendar a los clientes qué hacer. En el estado actual de la economía hay que ser conservador; recomendar a los clientes una diversificación tal que preserve capital en casos de volatilidad, estando siempre atentos a oportunidades que siempre se presentan en estas situaciones.
El cambio que introduce la compra de BSI
-Tras la adquisición de BSI, ¿qué ventajas nítidas se ven para el negocio en el futuro?
BSI aporta muchísimo, porque ahora ofrecemos a nuestros clientes una plataforma extremadamente global. Podemos discutir con ellos oportunidades de inversión en las mayores jurisdicciones de Europa, en Asia y decenas de otros destinos. BSI ha venido a complementar notablemente los productos que ofrece BTG Pactual y –como sabemos- un buen producto es una parte fundamental de este negocio.
Me parece que uno de los puntos más relevantes es que BTG Pactual estaba configurado como un banco latinoamericano, con ciertas áreas de negocio de mayor alcance. Ahora con BSI, BTG Pactual es a todas luces un banco global. No cabe duda que nos viene a consolidar en el mundo como uno de los líderes en banca privada. Y hemos pasado a tener activos en banca privada por casi US$ 200 mil millones, con una presencia física en 22 países. Estamos muy orgullosos por cómo se ha ido dando este proceso de integración; los planes se han cumplido como esperábamos, lo que nos entusiasma para seguir adelante, todos juntos.
¿Banco? "bajo apercibimiento de arresto"
Para ejemplificar lo estricta que es la normativa en el país, Alejandro Montero recordó la ocasión en que cuando, aún siendo Celfin, comenzaron a usar el término "banco de inversión" en publicidad. Días después, contó, le llegó una carta de la SBIF, enviada por el superintendente de la época. "Celfin tiene que dejar inmediatamente de usar el término "banco"......bajo apercibimiento de arresto", decía la carta, tras lo cual, aseguró, le quedó claro que los bancos eran un asunto muy serio.
"Aún tengo guardada esa carta en mi escritorio", dijo.
"Encuentro que la supervisión de este país es un trabajo extremadamente prolijo, extremadamente minucioso y extremadamente exigente, lo que se traduce en los costos. El costo de ser Banco en Chile es muy alto, entonces hay que estar muy seguros de querer dar ese paso. ¿Qué tiene de bueno?, que en Chile el sistema bancario es más seguro. Aquí no han fallado bancos", afirmó.
No obstante, también señaló que "la parte mala es que se reduce sustancialmente las barreras de entrada y el sistema pierde competitividad".