Las altas pérdidas que registró la banca por fraudes externos en los últimos años han mostrado una mejoría en lo que va de 2025, dando cuenta de señales de normalización.
De acuerdo con los últimos datos de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), las pérdidas brutas asociadas a fraudes externos alcanzaron a $ 117.669 millones a agosto de 2025. De los fraudes reportados, se recuperaron $ 35.529 millones, por lo tanto, las pérdidas netas se tradujeron en $ 82.140 millones.
Mientras que el año pasado, la cifra llegó a $ 200.987 millones. De esta forma, las pérdidas por este tipo de fraudes cayeron 59,1% en un año.
El listado es encabezado por Banco Santander con $ 26.203 millones en pérdidas, aunque la firma recuperó $ 5.538 millones.
Según el director de riesgo financiero de PwC, Patricio Jaramillo, este tipo de fenómenos “afectan a aquellos bancos que tienen más clientes y productos”.
Factores de la baja
Tras la entrada en vigor de la Ley N°21.234, conocida como Ley de Fraudes de 2020, se observó un crecimiento explosivo de auto fraudes, el que fue contenido, en parte, por las modificaciones a dicho cuerpo legal a inicios de 2024.Actualmente, “los números deben converger a cifras más razonables y comparables internacionalmente”, comentó Jaramillo, ya que muchas de las personas que cometieron autofraude habrían salido del sistema.
Además, explicó que la judicialización de casos emblemáticos ha ido desincentivando estas prácticas. La banca ha ido adoptando nuevas tecnologías para enfrentar este tipo de delitos y “son desafíos permanentes que los bancos deben ir gestionando”, dijo.