Los problemas de financiamiento de dos empresas en Estados Unidos, Tricolor Holdings y First Brands, han puesto la lupa sobre el mercado de deuda privada.
Se trata de un segmento que en los últimos años se convirtió en fuente de liquidez para compañías fuera del circuito tradicional de la banca.
US$ 6.600 millones Son los activos gestionados por los fondos de deuda privada en Chile.
El golpe más fuerte vino con la quiebra de Tricolor, un prestamista de autos subprime (de alto riesgo) que había recibido calificaciones triple A por parte de la clasificadora KBRA en algunos de sus préstamos poco antes de declararse en quiebra.
La firma no pagó intereses en septiembre, lo que generó pérdidas a sus inversionistas y a bancos como JPMorgan y Fifth Third, que en paralelo enfrenta una investigación por presunto fraude.
El segundo caso es el de First Brands, ligada a repuestos de automóviles, que acumuló un endeudamiento cercano a los US$ 8.000 millones a través de factoring.
Tras un colapso en el valor de su deuda, en septiembre la empresa solicitó protección por bancarrota en Texas.
Inquietud
Pese a que el financiamiento de ambas compañías no dependía exclusivamente de deuda privada, el hecho de que recurrieran de forma significativa a este tipo de préstamos generó preocupación en el mercado.
Según el Financial Times, los inversionistas han comenzado a cuestionar los estándares de préstamo de mercado de crédito y en paralelo se animan a revisar sus carteras para evitar estar invertidos en compañías que presenten problemas similares.
Este escenario ha abierto un debate más amplio sobre la sostenibilidad del auge del crédito privado en EEUU, que según señaló a Bloomberg el director ejecutivo de JPMorgan, Jamie Dimon, “podría estar creando una posible receta para una crisis financiera”, dada la poca fiabilidad de algunas calificaciones.
“Me recuerda un poco a las hipotecas (antes de la crisis financiera mundial)”, advirtió y sugirió que “quizás hayamos visto el peak del crédito privado”.
En el mercado perciben que la presión por participar de este mercado es muy alta debido al creciente auge.
Si bien distintas fuentes de gestoras ya están mirando con cautela y preocupación lo que se desató con los casos del gigante norteamericano, a nivel regional, en la industria existen ciertos resguardos que permiten operar con mayor tranquilidad en este segmento.
El gerente general de deuda privada de Activa -el brazo de activos alternativos de LarrainVial-, José Correa, manifestó que “para el correcto funcionamiento de la industria es fundamental contar con buenas prácticas en cuanto a valorización, modelos de provisiones, y procesos estrictos de due dilligence, así como también transparencia y visibilidad en las carteras de crédito y políticas de originación”.
Menores riesgos a nivel local
La situación que se vive en otras latitudes ha sido tema de conversación entre los diferentes actores del mercado chileno en las últimas semanas, en un contexto en que la deuda privada se vuelve cada vez más atractiva.
Según datos de la Asociación de fondos de inversión (ACAFI), los activos gestionados por los fondos de deuda privada llegaron a US$ 6.600 millones en el primer trimestre de 2025.
En Chile lo sucedido a nivel internacional ha generado consultas de los inversionistas a las gestoras sobre el riesgo de tener deuda privada en sus portafolios. No obstante, distintas fuentes del mercado señalaron que las operadoras no ven los mismos efectos a nivel local.
El socio del multifamily office Abaqus, Gonzalo Reyes, explicó que “el sistema financiero en Estados Unidos es bastante diferente al chileno, especialmente en lo que respecta a la deuda” y añadió que el gigante norteamericano “es más probable que financie compañías de diversos tamaños, y en Chile tenemos un sector bastante más dominado por la banca tradicional”.
En la industria de administradoras de fondos de pensiones (AFP) también miran de cerca la situación, pero tampoco ven una situación alarmante para el mercado local, pues la deuda privada en Chile está recién emergiendo y si se compara con la de EEUU, está muy ligada a activos como facturas y créditos hipotecarios, no así a prestarle plata a empresas, que si bien es parte, es una proporción muy pequeña.
Además, ven que lo importante para invertir en deuda privada es hacerlo en un portafolio diversificado, donde la empresa pesa menos de un 5% del total del fondo.