La Bolsa de Shanghai llegó a la recta final de la jornada con un signo prácticamente plano, similar al registrado ayer. Los inversionistas contaron con unos datos de exportaciones menos desfavorables de lo esperado.
Las exportaciones de China en diciembre bajaron un 1,4%, muy por debajo del 6,8% de descenso de noviembre y del 8% de bajada que esperaban algunos analistas.
Las esperanzas de una nueva sesión de tregua se desvanecieron en la última media hora de la jornada. Un nuevo rebrote de la oleada bajista habitual desde el inicio del año acabó desinflando el índice Shanghai Composite un 2,4%. Con este revés, el índice pierde la barrera de los 3.000 puntos y cae hasta los 2.950 puntos.
Este nivel supone un descalabro superior al 40% respecto a los máximos logrados el pasado año, hace apenas seis meses. A mediados de junio, justo antes del estallido de la alertas en China y de la posterior desbandada de la renta variable, el índice Shanghai Composite alcanzó los 5.178 puntos.
Sólo en lo que va de 2016, apenas una semana y media, las pérdidas en la Bolsa de Shanghai superan ampliamente los dobles dígitos, y se elevan ya al 16%.