El jueves de la semana pasada, SMU informó al mercado de una corrección en sus estados financieros, producto de errores contables ligados con los contratos de arrendamiento de algunos locales. De paso, la cadena supermercadista anunció un llamado a junta de accionistas para votar un aumento de capital por
US$ 500 millones.
En un detalle entregado a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), luego de que el regulador le pidiera más información, SMU informó que de sus 697 locales, entre todos sus negocios y formatos, 308 de ellos estaban mal contabilizados. Así, 39,01% de los inmuebles caerían dentro de las correcciones.
Además, a petición de la SVS, la firma señaló que 29 de estos locales mal contabilizados provenían de la fusión con Supermercados del Sur.
En el detalle, y proporcionalmente, la distribuidora Dipac fue la que se llevó el mayor número de correcciones, con un 77,4% de sus 31 ubicaciones. Le siguió Mayorsa, en Perú, con 76,5% del total. En número de unidades a corregir, Unimarc estuvo a la cabeza con 122 correcciones. La cadena de materiales de construcción Construmart fue donde menos se debió hacer ajustes, en sólo tres contratos, que representan 9,1% del total.
Los errores encontrados
Fueron seis las categorías de errores que encontró la compañía al momento de contabilizar los contratos de arrendamiento. El primero de ellos fue contabilizar locales cerrados como arrendamientos financieros, lo que generó activos fijos y pasivos financieros. Debido a que éstos no generan ingresos, se debieron haber contabilizado como arrendamientos operativos. De esta forma, disminuyó el activo fijo y la obligación por arrendamiento, dijo SMU.
En segundo lugar, hay locales con opciones de salida a doce y 18 meses, lo que se consideró para determinar el monto de pasivos de dichos contratos. Sin embargo, la firma no ejercerá la opción de salida, pues son de ubicación estratégica, por lo que se valorizó esos acuerdos con flujos descontados por el periodo total del arrendamiento, aumentando el valor del activo fijo y su obligación de arrendamiento.
Un tercer error, fue haber registrado algunos contratos como arriendos operativos, siendo que debieron haberse registrado como arriendos financieros y activos fijos. Esto aumentó el valor de los activos fijos y las obligaciones por arrendamiento.
En cuarto lugar, debieron registrar como arrendamientos operativos aquellos que tenían Ebitda negativo y con plan de cierre. Esto también aumentó el activo fijo y las obligaciones por arrendamiento.
Una quinta corrección fue pasar a arrendamiento operativos aquellos que estaban registrados como financieros, pero cuya duración era inferior a la vida útil económica del inmueble.
Finalmente, se debió registrar contratos como arrendamientos operativos aquellos locales que deberán ser enajenados en el corto plazo, según lo determinó el TDLC.