La
Conferencia Central de Trabajo Económico, un evento anual que
reúne a la cúpula dirigente del país asiático, anunció hoy que China mantendrá
una política fiscal "proactiva" y una política monetaria
"moderadamente abierta" en 2010.
Según recogió la agencia oficial Xinhua, el mayor reto del
próximo año para las autoridades chinas es mejorar la "calidad" del
crecimiento económico.
"Acelerar la transformación del modelo de desarrollo
económico el próximo año mientras se mantiene un crecimiento estable y
comparativamente rápido", expresó el documento final de la Conferencia Central
de Trabajo Económico, celebrada este fin de semana en Pekín.
Las perspectivas económicas de Pekín son optimistas, ya que
el Banco Mundial (BM) prevé que el país asiático, tercera potencia económica
mundial, cierre 2009 con un crecimiento por encima del 8 % y en 2010 alcance un
ritmo del 9,5 %.
Hoy mismo, la Academia China de Ciencias Sociales (CASS) situó
el listón de crecimiento para el próximo año en el 9,1 %.
Este organismo aseguró que la recesión global ha puesto de
relieve la necesidad de un cambio en el modelo chino, basado mayoritariamente
en las exportaciones y que ahora Pekín quiere equilibrar con la demanda
interna.
En este sentido, abogó por una "reforma del sistema
financiero más profunda" y el estímulo del consumo doméstico, entre otras
medidas de eficiencia.