Después de reunirse con múltiples actores del mundo cuprífero en la LME Week 2025, los analistas de commodities de Goldman Sachs destacaron el amplio consenso sobre el potencial alcista del metal.
No hay bajistas en el cobre (no copper bears), subrayó este jueves el banco estadounidense a través de un reporte sobre el evento metalúrgico: "Las perspectivas a corto plazo (entre tres y seis meses) sobre el precio del cobre eran alcistas, y la mayoría de los participantes esperaban que en los próximos meses el cobre siguiera poniendo a prueba el máximo histórico diario de poco menos de US$ 10.900 por tonelada (US$ 4,94 por libra) alcanzado en mayo de 2024".
Los debates estuvieron marcados por el arbitraje entre la plaza Comex estadounidense y la Bolsa de Metales de Londres (LME, sigla en inglés) y cómo detener los flujos del metal hacia Estados Unidos, en medio de las importantes disrupciones que causaron los anuncios arancelarios de la Casa Blanca.
El arbitraje se basa en comprar un activo en un mercado y venderlo simultáneamente en otro donde es más caro, aprovechando ineficiencias temporales de los precios.
"A corto plazo, consideramos que el arbitraje positivo Comex-LME tendrá un impacto significativo en el mercado físico fuera de EEUU y supondrá un riesgo alcista temporal para nuestro rango de previsión del precio del cobre en la LME, situado entre US$ 10 mil y US$ 11 mil la tonelada", informó Goldman.
El cobre superó los US$ 10.800 (US$ 4,9) este jueves, movido por los comentarios de Goldman, y también respaldado por las conservadoras estimaciones de producción de Antofagasta Minerals, el brazo minero del grupo Luksic. El cobre Comex, que regularmente cotiza con una prima sobre la LME, alcanzaba los US$ 5,1 por libra.
"Hasta la fecha, los inversionistas han aumentado la especulación al alza, basándose tanto en factores macroeconómicos (expectativas de nuevos recortes de tasas de interés) como en factores microeconómicos fundamentales (interrupción del suministro de la mina Grasberg). Esto ha elevado el precio del Comex en relación con el precio de la LME, y ha reabierto el arbitraje de importaciones físicas de EEUU", dijeron los analistas.
Y calcularon que, si bien este arbitraje normalmente lo cerrarían operadores financieros especializados, la relación retorno-riesgo de apostar a la caída del diferencial Comex-LME no es muy atractivo, por el riesgo de que EEUU pueda imponer un arancel al cobre refinado en cualquier momento, dado que la investigación de la Sección 232 ya concluyó.