Expertos valoran norma pero sugieren cautela ante implicancias

Una recepción positiva tuvo entre los expertos la normativa presentada ayer por el regulador sobre buenas prácticas en gobiernos corporativos. Y si bien aplauden que se permitan mayores medidas de autorregulación en las empresas, algunos sugieren cierto cuidado para evitar que termine siendo una carga demasiado fuerte sobre las compañías y la norma no tenga un efecto práctico.

Para el socio de la firma de consultoría Amrop, Max Vicuña, existen algunos puntos de cuidado en la regulación presentada por la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS). En su opinión, la evaluación planteada por la autoridad “bajo ningún concepto debiera dirigirse hacia los directores, no debiera evaluarlos respecto a su gestión”, pues esto no sería materia de competencia para la SVS. Según el socio de Amrop, para la superintendencia “no debiese ser materia establecer el cuestionario al que estarán sujetos los directores de las empresas”.

En la misma línea, el director del Centro de Gobiernos de la Universidad Católica, Mario Zegers, señala que el regulador debe tener cuidado de generar una regulación demasiado exigente. “Una norma demasiado severa podría evitar que las compañías tiendan a cumplirla (no existe obligatoriedad de hacerlo a cabalidad) y finalmente tendríamos una regulación convertida en letra muerta”, afirma.

Para el director de empresas y también académico Luis Hernán Paúl la introducción de esta normativa es un salto hacia adelante en materia de regulación corporativa. “En ese sentido, Chile estaba al debe, pues muchos otros países tienen códigos de buenas prácticas”, asegura.

El socio de Paul y Compañía deja en claro, eso sí, que se debe tomar la precaución de no terminar con exigencias por encima de los estándares internacionales.

Un tema que preocupa en particular es el planteamiento que hace la SVS a evaluar a cada director por separado, más allá del directorio como un equipo. “Esto va por encima de las prácticas en otros países”, según Paúl.

Por otra parte, aunque aún no se ha interiorizado del todo de la normativa en particular, el profesor de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica, Nicolás Majluf, señala que “cualquier normativa que apunte a una autorregulación es bienvenida. A mi parecer es mucho mejor que las empresas se regulen por sí mismas que tener una agencia encima”.