Una de las firmas más influyentes en el mercado de commodities, Goldman Sachs, recortó sus previsiones sobre el precio del petróleo para 2013, desde los US$130 por barril anteriores hasta los US$110.
Las presiones inflacionistas derivadas de los precios energéticos podrían conceder un mínimo respiro en el próximo ejercicio, al menos en relación a las estimaciones previas barajadas por Goldman Sachs.
El banco de inversión estadounidense, uno de los de mayor influencia en el mercado de commodities, se muestra menos alcista sobre la evolución del crudo a medio plazo. Si en anteriores ocasiones los recortes venían del lado de una menor demanda, esta vez basa su argumentación en la previsión de un mayor suministro por parte de los países que no pertenecen a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
En su actualización de perspectivas, estima que el precio del barril de Brent rondará en 2013 los US$110, claramente por debajo de los US$130 barajados con anterioridad.
Goldman Sachs matiza que "la disputa entre Irán y Occidente por el programa nuclear sigue siendo una gran fuente de riesgo a estas proyecciones". De ahí que se muestre más 'alcista' a corto plazo, al fijar su estimación en los US$120, frente a los US$113 con los que cotiza actualmente.