En medio de la agudización de la
crisis financiera, la Reserva Federal
de Estados Unidos (Fed) decidió mantener la tasa de interés de dicho país en 2%, pese a algunas proyecciones que indicaban que esta vez se podría producir un recorte en los tipos.
La medida se da en medio de la profunda caída experimentada por
Wall Street, y por la mayoría de las plazas alrededor del mundo, luego del colapso de uno de los bancos de inversión más importante de Estados Unidos, Lehman Brothers.
Tras la reunión del comité central, la Fed mantuvo sus advertencias sobre las presiones inflacionarias, "impulsadas por los recientes incrementos en los precios de la energía
y otras materias primas".
Recalcó además que la tensión en los mercados financieros ha aumentado de forma importante, decidiendo por ahora aliviar la turbulencias mediante facilidades de préstamos bancarios en lugar de recortar las
tasas.
Los gobernadores del sistema de la Reserva Federal adviertieon también que "el crecimiento económico se ha desacelerado
recientemente, como reflejo en parte de una disminución del gasto de
los hogares".
"Los riesgos de un crecimiento económico débil y de la inflación
son causa de preocupación significativa para el comité", añadió el
comunicado
En medio de una crisis de los mercados financieros que algunos
expertos califican como la más grave en décadas, la mayoría de los
analistas esperaba que la Reserva aflojaría su política monetaria,
al bajar en un cuarto de punto porcentual la tasa de interés
interbancario de corto plazo.