Si bien el proyecto de tierras raras denominado Módulo Penco, en Chile, fue la primera apuesta de la canadiense Aclara, su iniciativa en Brasil, Módulo Carina, donde aterrizaron tres años después, avanza a mayor velocidad.
No solo eso: este martes, la compañía listada en la Bolsa de Toronto recibió la noticia de que la US International Development Finance Corporation (DFC) seleccionó el proyecto ubicado en el Estado de Goiás para inyectarle hasta US$ 5 millones en pos de su desarrollo.
Y más que el monto en sí, lo que celebran desde la firma es el espaldarazo recibido por el país del Norte, que disparó las acciones de la empresa un 17% este martes, hasta casi tocar su máximo histórico.

Nelson Donoso, gerente general de Aclara en Chile.
“La inversión estratégica proporcionada bajo el Programa de Desarrollo de Proyectos del DFC financiará principalmente un estudio de factibilidad para el Proyecto Carina”, explicó Aclara al mercado. Dicho estudio inició en julio de este año y se contempla que finalice hacia marzo de 2026, con lo que se prevé que la iniciativa inicie operaciones en 2028.
Los recursos podrán transformarse en capital si la empresa logra un financiamiento único superior a US$ 50 millones, o varios por al menos US$ 75 millones en 12 meses. Además, DFC tendrá opción preferente para participar o coordinar la financiación del proyecto Módulo Carina, detalló la empresa.
¿Y por qué no se eligió al proyecto en la Región del Biobío? Según explicó la misma compañía a Diario Financiero, “el DFC sólo puede invertir en proyectos de países que ellos catalogan como de bajos ingresos (low income countries). En base a esta categorización, actualmente Chile está listado como país de ingresos medios a altos”.
El avance versus Chile
Aclara llegó a territorio nacional en 2020, mientras que a Brasil en 2023. Los dos proyectos tienen matices: por ejemplo, el del gigante sudamericano es 10 veces más grande. Aun así, y teniendo en cuenta que posee sus propios desafíos técnicos, “en el ítem medioambiental es una realidad que Brasil avanza más rápido”, expresa un conocedor de ambos procesos a este medio.
De todas formas, Chile llevaría la delantera y la apuesta es que la producción inicie hacia fines de 2027. “Eso no ha cambiado y estamos muy optimistas para lograr los permisos ambientales este año”, subraya la misma fuente.
Es que después de que en 2023 tuvieran que cesar la tramitación de su primer proyecto por haber omitido seis naranjillos en su reporte, actualmente la empresa revisa cada punto y palabra con decenas de especialistas de lo que será su segunda Adenda -de máximo tres- en la evaluación ambiental.
Cada día, Aclara invierte unos US$27.000 en el desarrollo de Módulo Penco: US$ 10 millones al año. En total, en Chile han desembolsado US$ 150 millones y la construcción de la iniciativa sumará otros US$130 millones. La Adenda, que estiman presentar a más tardar la próxima semana, dará respuesta a las 205 observaciones que 16 servicios sectoriales hicieron a la iniciativa en mayo, en el segundo Informe Consolidado (ICSARA). En el primero, la firma recibió 1.700 preguntas.
Así, mientras el documento aún no ingrese al sistema, en la plataforma del SEIA el proyecto Módulo Penco aparece como “Suspendido”.
En Brasil, la firma indicó que esperan que su permiso ambiental sea aprobado dentro de 2025.