Las bolsas estadounidenses
cerraron una semana para olvidar. Es que la crisis griega y el posible contagio
de su crisis a otros países de Europa destrozaron la confianza de los
inversionistas.
El punto
más álgido de esta situación se vivió ayer con el ‘mini crash’ del Dow Jones que
llegó a caer más de 9% repentinamente, en medio de especulaciones sobre errores
en los sistemas.
Precisamente
hoy, el promedio de industriales cerró las operaciones con una caída de 1,33%,
completando su cuarto retroceso consecutivo.
Tan mala
fue esta semana que todos los índices, incluido el Dow Jones, borraron todas
las ganancias acumuladas durante este año. Con el resultado de hoy el indicador
más importante de Wall Street retrocede 0,46% en 2010.
El S&P 500,
que hoy bajó 1,53%, acumuló una caída de 0,38%. En el mercado tecnológico
Nasdaq, las acciones retrocedieron 2,33%, con un saldo anual de -0,15%.
La semana,
sin lugar a dudas, estuvo marcada por el pánico que existe entre los
inversionistas sobre un eventual nuevo derrumbe financiero producto de la
crisis de deuda de Grecia.
Ello pese a
las señales de recuperación de la economía estadounidense que, al margen de un
dato de ventas minoristas conocido ayer, mostró cifras macroeconómicas que confirman
señales de crecimiento.
“El mercado
obviamente está agitado. Las dudas sobre lo que sucede en Europa no se disipan
y la gente percibe los datos de empleo de algún modo como noticia vieja”, dijo
Peter Bookvar, analista de Miller Tabak & Co.