Mujeres en acción

Instituciones sociales sellan alianza para unir a microempresarios con voluntarios corporativos

Las mujeres representan al 80% de los emprendedores que trabajan con Co-Emprende, pero también al 70% de los voluntarios de MiColab.

Por: Isabel Ramos Jeldres | Publicado: Viernes 28 de abril de 2023 a las 11:26 hrs.
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Josefina Beriestain, coordinadora de proyectos de Fundación MiColab, y María Guadalupe Silva, directora ejecutiva de Co-Emprende.
Josefina Beriestain, coordinadora de proyectos de Fundación MiColab, y María Guadalupe Silva, directora ejecutiva de Co-Emprende.

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Les pareció que era una alianza natural: conectar a empresas interesadas en hacer voluntariado con microempresarios que buscan ayuda para profesionalizar sus negocios. Así nació el acuerdo entre MiColab y Co-Emprende, que se materializó hace pocas semanas.

La Corporación Co-Emprende nació hace 10 años al alero de la Fundación Mustakis, para acompañar y capacitar a microempresarios de sectores vulnerables, entendiendo que “son el motor económico de nuestro país y que actualmente tienen un sinfín de brechas que les imposibilitan el escalamiento que cualquier emprendedor necesita”, explicó a DF María Guadalupe Silva, directora ejecutiva de Co-Emprende.

“El viaje con el emprendedor es de acompañamiento, capacitación, apoyo emocional y asesorías personalizadas. También con la posibilidad de postular a un capital semilla. Todo ese acompañamiento va al alero de voluntarios profesionales que ponen su tiempo a disposición”, acotó.

Actualmente apoyan a más de 350 emprendedores con una red de más de 700 voluntarios profesionales.

La Fundación MiColab, en tanto, surgió hace casi cuatro años, con el objetivo de ser un puente entre las empresas y distintas fundaciones y organizaciones sociales para promover el rol social y generar agentes de cambio.

“Vamos a tocar las puertas de las empresas y tratamos de ser el aliado para su estrategia de sostenibilidad. Ese es nuestro foco”, relató Josefina Beriestain, coordinadora de proyectos de Fundación MiColab.

“El valor de nuestra propuesta es que es personalizada, a la medida de lo que necesita la organización, porque eso también depende del nivel de maduración que tenga la empresa, si tiene estrategias de sostenibilidad o no”, detalló.

Sostenibilidad y complementariedad

La alianza surgió para dar sostenibilidad a ambas organizaciones sociales en un entorno económico desafiante. Buscando instituciones que les ofrecieran complementariedad, se dieron cuenta de que ambas podían servir de puente entre empresas que buscan generar un impacto social y emprendedores que necesitan apoyo profesional.

“Buscamos conectar a las empresas con sus comunidades por medio de una metodología probada en donde se genere un impacto interno por medio del voluntariado corporativo”, precisó Silva. Juntas, creen que podrán potenciar los resultados que ya han conseguido.

En 2022 el promedio del ingreso mensual de los microempresarios de Co-Emprende aumentó de $ 625 mil $ a 1.400.000. “Esto es muy reconfortante y es lo que nos permite fidelizar con esos voluntarios y finalmente generar cohesión social, que es lo que Chile necesita hoy día”, dijo Silva.

En el caso de MiColab, han trabajado con 10 empresas, tienen alianzas con 17 fundaciones y han realizado más de nueve campañas solidarias con éxito.

“Lo que hacemos es toda la gestión previa, el durante y el post de la jornada de voluntariado corporativo. Esto parte con un poco diagnóstico, para saber cuáles son las motivaciones de los de los voluntarios, que son los colaboradores de las empresas. Luego salimos a buscar ese partner o esa fundación dependiendo de la causa que escoja la empresa y elaboramos un informe final”, comentó Beriestain.

Mujeres ayudando a mujeres

Al crear esta alianza, estarán además, beneficiando mayoritariamente a mujeres. Según Co-Emprende, año a año un 80% de los microempresarios que postulan a la corporación son mujeres.

“Eso se explica porque ven en Co-Emprende una oportunidad para capacitarse y combatir las brechas que han enfrentado en los últimos años. Las emprendedoras no tienen el tiempo para capacitarse, porque dedican muchas más horas a la realización de tareas del hogar. En la corporación ven esa comunidad y esa red de emprendedores que necesitan”, relató Silva.

En MiColab, más del 70% también son voluntarias. “Lo que queremos potenciar es el liderazgo. Cuando se hace voluntariado corporativo la idea es que se potencien distintas habilidades que se puedan ver reflejadas en el desempeño laboral, también en la cultura organizacional. El trabajo en equipo, la empatía y el liderazgo se desarrollan fuertemente en este tipo de iniciativas”, dijo Beriestain.

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