¿Otro falso amanecer en Libia?
Los avances rebeldes sugieren que el enfrentamiento libio puede ser largo y la victoria militar improbable.
Por: | Publicado: Miércoles 17 de agosto de 2011 a las 05:00 hrs.
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Las fuerzas rebeldes han logrado avances significativos en Libia occidental, cortando una gran línea de abastecimiento para la capital, Trípoli, que permanece en manos de las fuerzas leales al coronel Muammar al-Gaddafi. Los avances rebeldes y los informes de otra deserción de alto nivel sugieren que el estancamiento se ha roto. Aunque que una victoria militar rebelde completa sigue siendo improbable, sus progresos militares más recientes podrían presagiar un avance en las negociaciones políticas en marcha tras bambalinas. Sin embargo, persiste un riesgo significativo de que ninguna de las partes esté dispuesta a hacer las concesiones necesarias para cerrar un acuerdo.
El frente occidental contra el régimen de Gaddafi lo abrieron aldeanos bereberes en la Cordillera de Nafusa, al sur de Trípoli, en mayo. Después de progresos constantes en la cordillera, estas fuerzas han hecho ahora un avance decisivo al norte y afirman haber capturado Gharyan, una ciudad al sur de Trípoli y la mayor parte de Azzawiya, una ciudad costera que alberga la única refinería de petróleo en Libia occidental y se encuentra en la carretera principal hacia la frontera con Túnez. Si logran conservar terreno, algo que no puede darse por sentado, podría marcar un cambio significativo en un conflicto que en los últimos meses ha parecido un punto muerto. El control de Azzawiya permitiría a los rebeldes cortar el suministro de combustible a las fuerzas de Gaddafi. El siguiente paso sería un avance hacia las afueras de Trípoli.
Grietas
Los avances en occidente darán un impulso moral importante a las fuerzas anti-Gaddafi después de una serie de reveses recientes, en particular el asesinato de comandante militar de la NTC, Younis Abdel-Fattah, en circunstancias aún oscuras, pero que exponen claramente debilidades en la estructura interna de la NTC. Los rebeldes también han tenido problemas en su campaña para tomar Mersa al-Brega, el principal terminal petrolero en el este de Libia y para salir de la ciudad industrial occidental de Misurata, donde los rebeldes lograron resistir el asedio de las fuerzas de Gaddafi en el verano (boreal).
Salvo un completo colapso en la moral y los recursos logísticos de las fuerzas de Gaddafi, una victoria militar abierta para los rebeldes a lo largo y ancho de Libia parece improbable. Eso hace que los escenarios más probables para terminar con el conflicto sean una revuelta interna contra Gaddafi y su familia o un arreglo negociado (o una combinación de ambos).
Hay rumores de reuniones entre ministros del gobierno de Gaddafi y representantes del NTC en la isla resort tunecina de Djerba, que han sido negados por todas las partes, incluso la ONU, que se dice juega un papel facilitando estas conversaciones. En medio de esos rumores, el régimen parece haber sufrido otra deserción, con la llegada al Cairo del ministro del interior del coronel Gaddafi, Nasr al-Mabruk Abdallah, a bordo de un avión privado que salió de Túnez.
El NTC sigue mudo. Esto refleja la sensibilidad de la cuestión de celebrar negociaciones antes de que se cumpla su condición básica de que Gaddafi y su familia abandonen el poder. Se dice que algunas facciones en el NTC están dispuestas a abandonar esta condición si Gaddafi deja claro que se hará a un lado dentro de un plazo razonable; otros son inflexibles en cuanto a que no puede haber ningún compromiso al respecto.
Táctica
La principal dificultad para la negociación es superar el golfo de desconfianza. El NTC sin duda sospechará que Gaddafi busca ganar tiempo, calculando que los gobiernos occidentales serán incapaces de mantener sus compromisos financieros y militares con la misión de la OTAN durante mucho tiempo más. El NTC también tiene buenas razones para sospechar que los funcionarios de Gaddafi están haciendo todo lo que pueden para explotar las divisiones en filas de los rebeldes sugiriendo que algunos funcionarios NTC están dispuestos a vender a sus colegas a cambio de una promesa de poder y riqueza una vez que Libia reanude las exportaciones de petróleo y recupera sus activos congelados en el extranjero. En el bando de Gaddafi, es probable que el principal temor sea que cualquier garantía que consigan respecto de la seguridad personal del líder, su familia o altos funcionarios (o su inmunidad judicial) sea inútil. Las imágenes del derrocado presidente egipcio y sus dos hijos en la jaula de los acusados en un tribunal de El Cairo ciertamente causaron impacto.
La administración estadounidense ha declarado su creencia de que los días de Gaddafi están contados. Sin embargo, todavía no hay suficientes pruebas sólidas para apoyar esa opinión con toda confianza.
El frente occidental contra el régimen de Gaddafi lo abrieron aldeanos bereberes en la Cordillera de Nafusa, al sur de Trípoli, en mayo. Después de progresos constantes en la cordillera, estas fuerzas han hecho ahora un avance decisivo al norte y afirman haber capturado Gharyan, una ciudad al sur de Trípoli y la mayor parte de Azzawiya, una ciudad costera que alberga la única refinería de petróleo en Libia occidental y se encuentra en la carretera principal hacia la frontera con Túnez. Si logran conservar terreno, algo que no puede darse por sentado, podría marcar un cambio significativo en un conflicto que en los últimos meses ha parecido un punto muerto. El control de Azzawiya permitiría a los rebeldes cortar el suministro de combustible a las fuerzas de Gaddafi. El siguiente paso sería un avance hacia las afueras de Trípoli.
Grietas
Los avances en occidente darán un impulso moral importante a las fuerzas anti-Gaddafi después de una serie de reveses recientes, en particular el asesinato de comandante militar de la NTC, Younis Abdel-Fattah, en circunstancias aún oscuras, pero que exponen claramente debilidades en la estructura interna de la NTC. Los rebeldes también han tenido problemas en su campaña para tomar Mersa al-Brega, el principal terminal petrolero en el este de Libia y para salir de la ciudad industrial occidental de Misurata, donde los rebeldes lograron resistir el asedio de las fuerzas de Gaddafi en el verano (boreal).
Salvo un completo colapso en la moral y los recursos logísticos de las fuerzas de Gaddafi, una victoria militar abierta para los rebeldes a lo largo y ancho de Libia parece improbable. Eso hace que los escenarios más probables para terminar con el conflicto sean una revuelta interna contra Gaddafi y su familia o un arreglo negociado (o una combinación de ambos).
Hay rumores de reuniones entre ministros del gobierno de Gaddafi y representantes del NTC en la isla resort tunecina de Djerba, que han sido negados por todas las partes, incluso la ONU, que se dice juega un papel facilitando estas conversaciones. En medio de esos rumores, el régimen parece haber sufrido otra deserción, con la llegada al Cairo del ministro del interior del coronel Gaddafi, Nasr al-Mabruk Abdallah, a bordo de un avión privado que salió de Túnez.
El NTC sigue mudo. Esto refleja la sensibilidad de la cuestión de celebrar negociaciones antes de que se cumpla su condición básica de que Gaddafi y su familia abandonen el poder. Se dice que algunas facciones en el NTC están dispuestas a abandonar esta condición si Gaddafi deja claro que se hará a un lado dentro de un plazo razonable; otros son inflexibles en cuanto a que no puede haber ningún compromiso al respecto.
Táctica
La principal dificultad para la negociación es superar el golfo de desconfianza. El NTC sin duda sospechará que Gaddafi busca ganar tiempo, calculando que los gobiernos occidentales serán incapaces de mantener sus compromisos financieros y militares con la misión de la OTAN durante mucho tiempo más. El NTC también tiene buenas razones para sospechar que los funcionarios de Gaddafi están haciendo todo lo que pueden para explotar las divisiones en filas de los rebeldes sugiriendo que algunos funcionarios NTC están dispuestos a vender a sus colegas a cambio de una promesa de poder y riqueza una vez que Libia reanude las exportaciones de petróleo y recupera sus activos congelados en el extranjero. En el bando de Gaddafi, es probable que el principal temor sea que cualquier garantía que consigan respecto de la seguridad personal del líder, su familia o altos funcionarios (o su inmunidad judicial) sea inútil. Las imágenes del derrocado presidente egipcio y sus dos hijos en la jaula de los acusados en un tribunal de El Cairo ciertamente causaron impacto.
La administración estadounidense ha declarado su creencia de que los días de Gaddafi están contados. Sin embargo, todavía no hay suficientes pruebas sólidas para apoyar esa opinión con toda confianza.