La gestora Toesca Asset Management está profundizando su apuesta por el campo chileno con un nuevo fondo de inversión agrícola, que comprará una decena de terrenos con el objetivo de cultivar avellanos, palta y cítricos.
La incursión de la firma en este negocio comenzó en 2021, cuando lanzó de manera individual el fondo “Permanent Crops I”. Poco más de tres años después, se asoció con Astarte Capital, una administradora inglesa especializada en activos agrícolas y juntos levantaron el vehículo “Toesca Permanent Crops II”.
En total, las gestoras buscarán recaudar US$ 350 millones para el nuevo fondo. Tras meses de roadshow, ya concretaron su primer cierre por US$ 100 millones.
“Después del Covid-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania, vimos cómo cambió la prioridad de los inversionistas institucionales, que empezaron a preocuparse por la seguridad alimentaria porque en esa época realmente se vieron góndolas vacías”, explicó a DF el socio y director de inversiones agrícolas de Toesca, Augusto Rodríguez.
A esto se suma la posición de Chile como un mercado agrícola estratégico, por su clima mediterráneo y condiciones geográficas que permiten producir fruta de alta calidad y abastecer al hemisferio norte en “contra estaciones”.
“Después del Covid-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania, vimos cómo cambió la prioridad de los inversionistas institucionales, los que empezaron a preocuparse por la seguridad alimentaria porque en esa época realmente se vieron góndolas vacías”, señaló.
- ¿Por qué redoblan la estrategia?
- Partimos con un fondo acotado donde se compró un activo, en el que participó un inversionista institucional y otros inversionistas de alto patrimonio. Lo que queríamos era demostrar que esto se puede hacer. Hecho esto, dimos el siguiente paso de salir a buscar inversionistas en el mundo.
- ¿Por qué esperaron cuatro años para lanzar el segundo fondo?
- Los campos muestran resultados con el tiempo. La primera etapa se plantó en 2021, la segunda en 2022, y la primera fruta se exportó en la temporada 2023-2024. Ahora vamos a entrar en la tercera cosecha y los resultados están alineados con lo que esperábamos.
El nuevo fondo
- ¿De dónde vino el capital para el nuevo fondo?
- El 85% desde el extranjero, principalmente inversionistas europeos, pero también de Australia, Japón y Norteamérica. El resto es de capital chileno y nuevamente nos está acompañando un institucional.
- ¿Cuál es perfil de los inversionistas del fondo?
- Son inversionistas institucionales con mandatos de inversión global y que vieron que en el mundo de la alimentación de Sudamérica y, en particular Chile, el lugar donde hay que estar para lograr el efecto de contrastación (de hemisferios).
Hay inversionistas extranjeros muy grandes que tienen suficiente volumen o capacidad de tener sus equipos propios para invertir en agricultura y otros sectores. Pero hay otros que no lo tienen y necesitan de un manager que pueda ser el canal a través del cual inviertan en Chile (como Toesca).
- Los family offices ya están directamente en el negocio agrícola. ¿Por qué invirtieron en el fondo?
- Diversificación. Muchos tienen foco en un solo cultivo, por lo que diversificar tiene todo el sentido del mundo. Y además, no es tan fácil que ellos salgan a comprar cinco o 10 campos para hacerlo.
- ¿Qué tipo de cultivos tendrá el fondo?
- Cultivo permanente, que es donde en Chile existen características únicas y ventajas competitivas. El nivel de exportaciones de Chile en fruta fresca ha crecido cinco veces en los últimos 20 años, y eso es porque tiene características especiales, un clima mediterráneo con estaciones muy marcadas. La calidad de nuestra fruta es única.
- ¿Por qué se centrarán en avellanos, palta y cítricos?
- Si estamos pensando en la mejor relación riesgo-retorno, estos son los cultivos en que queremos trabajar. Además, éstos ya forman parte de la dieta de las personas, no son una moda.
- ¿Cuántos campos espera tener el fondo?
- El portafolio debiese ser en torno a 10 campos, de aproximadamente inversiones totales de US$ 20 millones. O sea, ni muy chico ni gigantesco. Tiene mucho valor tener distintos campos eficientes desde el punto de vista técnico y de costos.
- ¿Hay alguno que ya esté cerrado?
- Estamos en proceso de compra de dos campos, que vendrían siendo la segunda y tercera inversión del fondo. La primera inversión del fondo es tener un 50% del primer fondo.
Son dos campos con cerca de 300 hectáreas cada uno. Uno está en Melipilla, Región Metropolitana y tiene una parte plantada con paltos y cítricos, pero también tiene un espacio por plantar, que es donde vemos la oportunidad de lograr mayor valor. Y el otro campo está en el valle de Rapel (Región de O’Higgins) y ese campo no está plantado. Hay que armarlo desde cero, y se va a plantar con paltos, naranjos y ciruelos.
- ¿Quiénes son los vendedores de estos activos?
- Hay múltiples perfiles, pero donde hay una oportunidad importante es en la transición generacional. Un campo de una persona de edad más avanzada, en que sus hijos no son agrónomos y que prefiere dejarles como herencia algo líquido más que un campo.
La primera incursión
Toesca se adentró en la inversión agrícola en 2021, con Toesca Permanent Crops I. Lanzado bajo el nombre de “Rentas Agrícolas”, comenzó con la compra del terreno del predio agrícola “Fundo Los Monos”, ubicado en la comuna de Molina, Región del Maule.
Sin embargo, una serie de modificaciones al vehículo lo hicieron pasar desde una estrategia rentista a la de explotación. En 2023, cambiaron el objeto del fondo y adquirieron Agrícola Viento Sur, empresa propietaria de los activos biológicos e infraestructura del Fundo Los Monos.
El fundo mantiene como operador a Agrícola La Hornilla, compañía operativa desde 1986 especializada en la producción de fruta fresca en la zona central de Chile, ligada al socio de Gesex, Cristián Allendes.
Las 244 hectáreas (ha) plantadas del predio se destinaron a nectarines (145 ha), cerezos (76 ha), ciruelas (11 ha) y duraznos (11 ha), con una proyección de ventas anuales de US$ 11,5 millones.
Rodríguez precisó que en este primer campo ya se han invertido poco más de US$ 20 millones, mientras que este año se habría alcanzado el punto de equilibrio del negocio, por lo que este año comenzarían los dividendos.
- ¿Qué aprendizajes dejó este primer fondo?
- Primero, que es un activo vivo, es una planta y hay que hacerla crecer para que logre su producción completa y para eso necesitas el mejor operador posible, porque es un negocio complejo, donde un error al principio se paga durante toda la vida del campo.
Lo segundo, es que se deben hacer las inversiones y no ahorrar plata en cosas que son ultra necesarias, como tecnología de punta, trabajar bien el suelo desde el principio, ocupar los mejores sistemas de riego y de control de heladas. Y tercero, es que no todos los campos sirven para todos los cultivos. No hay que forzarlo, hay que diseñar la estrategia para sacar lo mejor del campo.
- ¿Cómo se manejan los riesgos, como la escasez hídrica o heladas?
- Existen y van a existir siempre. Lo que hay que hacer para mitigarlos es diversificar ubicaciones, fuentes hídricas, operadores y tipos de cultivos. Existen todos esos riesgos, pero hay tierra, el principal insumo, y la tierra no tiene obsolescencia. Para la seguridad hídrica encargamos estudios a expertos, proyectamos la disponibilidad de agua y elegimos ubicaciones estratégicas. Para el clima, existen tecnologías como techos y sistemas antiheladas que funcionan muy bien.
- ¿Lo afecta la permisología?
- En la agricultura es totalmente distinto a lo inmobiliario o infraestructura. Para comenzar las operaciones de un campo que cuenta con sus derechos de agua regularizados, no se necesita ningún permiso, y para plantar, tampoco. Hay ciertos permisos para tranques muy grandes. Pero puedes hacer tu campo, plantarlo a la pinta de lo que tú quieras y no necesitas ninguna recepción municipal.