Por Alejandra Clavería
Cerca de 500 mil toneladas de CO2, que equivalen a una cifra de entre US$ 4 millones y US$ 5 millones, espera transar este año la Bolsa de Clima de Santiago (SCX), a través del intercambio de certificados de reducción de emisiones o bonos de carbono, emitidos por proyectos ambientales verificados que han capturado o reducido gases de efecto invernadero (GEI).
Hasta ahora, y en sólo tres meses de operación, la institución lanzada en abril de 2011, ha movilizado 50 mil toneladas de carbono, de las cuales la mitad ha sido transada y el resto se encuentra comprometido en procesos de neutralización.
Carlos Berner, gerente general de SCX, comenta que el desempeño de la Bolsa “ha superado todas nuestras expectativas. Hemos tenido muy buena respuesta de instituciones tanto públicas como privadas, y hemos contribuido a que éstas tomen conciencia de la importancia de incorporar el tema del carbono a sus negocios”.
La SCX espera concretar operaciones con unas 15 organizaciones (nacionales y con operaciones en Chile), interesadas en compensar y/o neutralizar sus emisiones para cumplir distintos objetivos, entre los que se cuentan entrar a nuevos y exigentes mercados, transmitir la preocupación ambiental a sus clientes, agregar valor o diferenciación a sus empresas o como parte de sus principios corporativos.
Para ello, la Bolsa se encarga de operar los bonos de carbono que son verificados por el Verified Carbon Standard (VCS) o el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), y que son adquiridos por compañías que han cumplido con los protocolos y estándares internacionales de medición y verificación de su huella de carbono. Cada certificado equivale a una tonelada métrica de CO2 y cuesta en promedio US$ 10.
“Nosotros hacemos la transacción de esos certificados y los damos de baja del registro internacional. Luego, si las empresas han trabajado bajo nuestros estándares, les damos el sello ‘carbono neutral’, que tiene un código que permite la trazabilidad del proceso de neutralización. Con esto, levantamos la demanda por bonos de carbono, lo que motiva el desarrollo de más proyectos sustentables, incentivando el mercado voluntario de CO2 en Chile, principalmente”, explica Berner.
Proyectos transparentes
Hoy la SCX cuenta con certificados de 16 proyectos (locales y extranjeros) eólicos, minihidros, de biomasa, y reforestación, entre otros tipos, que han sido aprobados bajo metodologías VCS o MDL, y que están disponibles para ser adquiridos por empresas y personas naturales.
“Comprobamos que los proyectos cumplan con criterios de permanencia y sustentabilidad y, para garantizar su transparencia, damos acceso a documentos técnicos relacionados con el diseño del proyecto, reportes de validación y verificación”, dice Berner. “No importa dónde estén ubicados ya que una reducción de emisiones tendrá el mismo efecto en disminuir el calentamiento global”, agrega.
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