La vida de Jonathan Andic Raig, el hijo mayor y heredero del imperio Mango, ha dado un giro dramático tras la repentina muerte de su padre, Isak Andic, el pasado 14 de diciembre. El deceso, ocurrido mientras ambos realizaban un trekking en Montserrat, Barcelona, no solo ha dejado un vacío en el gigante de la moda española, sino que también desató un torbellino legal y mediático: hoy, Jonathan Andic, está siendo investigado por la policía por su eventual vinculación con las circunstancias del accidente.
Un ascenso empresarial y una sombra judicial
Pese a la investigación de los Mossos d’Esquadra, Jonathan, de 44 años (nacido en abril de 1981), se mantiene firme en la estructura de la compañía. Sigue ocupando la vicepresidencia del directorio de Mango, cargo que asumió formalmente a finales de enero tras la muerte de su progenitor.
Su posición en la compañía es respaldada por los albaceas del testamento de Isak Andic —Toni Ruiz, Dani López y José Creuheras—, quienes han salido en defensa del empresario. En un intento por disipar las dudas que rodean la tragedia, han asegurado que la relación padre-hijo era de profundo afecto: "Isak y Jonathan se querían. Se querían mucho".
El nombre de Jonathan Andic ha estado ligado a Mango desde 2005, aunque su formación inicial no apuntaba al mundo de las finanzas. Es Licenciado en Comunicación Audiovisual por una universidad en Estados Unidos, pero complementó sus estudios en la escuela de negocios IESE con especializaciones en Contabilidad y Finanzas para Directivos y un programa EMBA en management.
"Después de estudiar otra cosa que nada tenía que ver con la economía, Johnny me dijo: 'Escucha, padre, lo que yo he estudiado creo que no me dará mucho dinero y tengo ganas de trabajar en Mango'", recordaba Isak Andic en una entrevista de 2015, reproducida en estos días por medios españoles.
Desde su incorporación a la empresa, el primogénito se familiarizó con el proceso de creación, el diseño de colecciones y la gestión de equipos. En 2007 comenzó a dirigir la línea masculina, Mango Man, enfrentando el reto de lanzarla a escala internacional.
Isak Andic siempre quiso que uno de sus tres hijos —Jonathan (1981), Judith (1984) y Sarah (1997), fruto de su matrimonio con Neus Roig— tomara el relevo en la primera empresa de moda de Cataluña y la segunda de España.
Ese momento pareció llegar en 2014, cuando el fundador optó por dar un paso al lado tras la marcha del entonces director general, Enric Casi. Aquellos eran buenos tiempos: Mango venía de ganar 120,5 millones de euros en 2013 y 107 millones en 2014.
Ese hito le abrió la puerta a Jonathan para demostrar si estaba preparado para asumir la posta.
Sin embargo, el panorama se oscureció rápidamente. En 2015, los resultados de Mango se desplomaron alcanzando los 4 millones de euros, y en 2016 la compañía entró en números rojos por primera vez en su historia, con pérdidas de 61 millones de euros. Esta caída gatilló que Jonathan Andic fuera objeto de un discreto recorte de responsabilidades, y supuso la incorporación clave de Toni Ruiz como director financiero al directorio, hoy CEO. Pese a la remontada económica de la compañía en 2019, la disyuntiva de si un profesional externo o alguno de sus hijos debería tomar las riendas del 'trono' seguía latente para Isak.
El tiempo lo definió todo. Tras 17 años de responsabilidades ejecutivas, en junio de este año el heredero las abandonó para centrar su foco en la gestión de las sociedades patrimoniales de la familia como presidente de Punta Na Holding, la cabecera del entramado societario, así como de Mango MNG Holding, sociedad que agrupa el 95% del capital de Mango. También es vicepresidente de Mango MNG, la matriz del grupo catalán.
Sarah Andic es vicepresidenta de MNG Mango Holding, secretaria de Punta Na Holding y presidenta de Punta Na, la sociedad inmobiliaria de la familia. En tanto, Judith, también ejerce como vicepresidenta de MNG Mango Holding, además de ser directora de Punta Na Holding y vocal de Punta Na.
Fuentes de Mango señalan que el retiro de las responsabilidades ejecutivas de Mango no fue una decisión personal de Jonathan Andic. Su salida de la cúpula ejecutiva se adoptó con anterioridad al fallecimiento del fundador de la compañía y está en línea con el proceso iniciado en 2020 para separar la propiedad de Mango de la gestión de la compañía, que tuvo como primer hito, ese mismo año, el nombramiento de Toni Ruiz como CEO.
El conflicto por la herencia
En paralelo a la investigación, la familia Andic se ha visto inmersa en una polémica por la herencia de Isak Andic, considerada la quinta fortuna de España según Forbes. El fundador, el hombre más rico de Cataluña, dispuso en su testamento el reparto equitativo de Punta Na —el holding que aglutina el 95% de Mango y sus propiedades inmobiliarias, valorado en cerca de 1.200 millones de euros— entre sus tres hijos. La herencia, sin embargo, ha provocado una tensa discusión económica que se prolonga hasta hoy, enfrentando a los tres hermanos con Estefanía Knuth, una ex golfista, pareja del empresario.
Knuth fue beneficiada con una parte de la inmensa fortuna, pero se mostró en desacuerdo con el monto establecido, considerando que debía percibir 70 millones de euros, una cifra muy superior a la fijada por Andic. A pesar de que los hijos se mostraron abiertos a ser más generosos, no se alcanzó la cifra demandada, dejando las negociaciones en punto muerto.
Los albaceas han insistido en que "la voluntad de Isak Andic, reflejada en su testamento, se ha cumplido de forma escrupulosa", intentando así frenar las especulaciones sobre un conflicto familiar por el legado.
Mientras tanto continúan las investigaciones por la muerte de Isak Andic, las cuales se reactivaron hace algunas semanas, luego que los Mossos d’Esquadra encontraran incongruencias en el relato de su hijo, a lo que se sumaron las declaraciones de la pareja del fundador de Mango, quien reveló la existencia de un mal vínculo entre el empresario y su hijo. Su testimonio, señala El País, fue clave para el giro de esta historia.