La foto era inevitable y el mensaje, calculado: al margen de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Donald Trump, lanzó un salvavidas a su amigo y aliado, Javier Milei.
“Vamos a ayudar, pero Argentina no necesita un rescate; Milei está haciendo un trabajo fantástico”, dijo el Presidente de Estados Unidos, en un respaldo que envió señales a Wall Street, pero que también busca un impacto en el tablero geopolítico.
Poco después, el Tesoro de EEUU dio el siguiente paso: su titular Scott Bessent aseguró que Washington está dispuesto a hacer “lo necesario” para estabilizar la economía argentina, incluyendo un menú de instrumentos que va desde un swap de divisas hasta compras de moneda o de deuda soberana en dólares, todo bajo el paraguas del Fondo de Estabilización Cambiaria (ESF, su sigla en inglés).
Solo ese anuncio le devolvió el oxígeno a un Gobierno que estaba contra las cuerdas, luego de la dura derrota en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, del 7 de septiembre.
"La salvaguarda no resuelve los problemas profundos de Argentina ni modifica el hecho de que el régimen cambiario actual es insostenible", dijo Capital Economics.
Sin embargo, el ESF trae consigo controversia. De tamaño contable holgado (unos US$ 220 mil millones), su liquidez es mucho menor y su uso no requiere aprobación del Congreso -como se vio en el rescate a México de 1995-, lo que hoy reaviva resistencias en el Capitolio.
La política doméstica estadounidense ya olfateó el costo: demócratas y hasta republicanos, además de asociaciones agrícolas cuestionan un eventual bailout a Buenos Aires, advirtiendo impactos para productores locales y el precedente de volcar dinero del contribuyente en un socio extranjero.
Pero la Casa Blanca lo ve como una apuesta estratégica para contener a China en la región y consolidar un aliado, precisamente cuando se vienen elecciones presidenciales en Bolivia, Chile, Colombia, Perú y Brasil, donde sería favorecedor para Trump que haya un giro a la derecha.
Oxford, en tanto, agregó: "El apoyo de EEUU a Argentina es un parche curita, no una cura".
Movida geopolítica
Si bien el vínculo entre Trump y Milei es de larga data, los pasos más recientes de la Casa Blanca tienen una razón más allá de "solo ayudar a un amigo" y en eso coinciden analistas políticos, economistas y consultoras internacionales.
"Este nuevo orden mundial multipolar, es todo un desafío para EEUU. El hemisferio occidental, que hace 20 años era indiscutiblemente liderado por Washington, hoy tiene otras opciones de interlocución que en muchos casos han sido mas satisfactorias política y económicamente para los países del hemisferio que buscar el paraguas de Washington”, dijo Federico Vaccarezza, experto en comercio internacional y profesor de la Universidad Austral.
Y es que frente al distanciamiento que EEUU había marcado hacia la región, América Latina salió a buscar nuevos socios: China, Rusia, India, los países árabes y el sudeste asiático.
Con ello, se comenzaron a construir nuevos lazos de intercambio, negocios e inversiones que se han materializado en desembolsos -sobre todo de firmas chinas- en energía, infraestructura, comercio y otros sectores en Perú, Chile, Colombia, Brasil, Ecuador e incluso México, que además se ha distanciado de su socio del norte por los aranceles.
"Los últimos acontecimientos sugieren que la administración Trump está dispuesta a apoyar considerablemente a sus aliados, mientras que adopta el enfoque opuesto hacia países que considera no lo son (...), como Brasil y Colombia", señaló la economista de América Latina de Capital Economics, Kimberley Sperrfechter.
"Un fracaso en Argentina sería una derrota en su estrategia de contención china en la región", agregó el analista internacional mexicano, Javier Maza.
Inversiones estratégicas
Pero el pulso no busca solo aumentar la influencia política, sino que también está la necesidad de mantener importantes inversiones.
Uno de los puntos claves está en la obtención de las llamadas "tierras raras", también conocidas como "el petróleo del siglo XXI".
Aunque en Nueva York no hubo imposición de condiciones por parte de EEUU para la ayuda, sí se habría hablado de la urgencia de que Milei logre la gobernabilidad -por medio del diálogo y acuerdo con las provincias- y que se garantice el acceso a los minerales estratégicos.
Argentina tiene yacimientos con alto potencial de estos elementos -como el lantano y cerio- en provincias como Salta, Jujuy y San Luis, aunque la explotación es limitada por falta de infraestructura y estudios.
Gracelin Baskaran, directora del programa de minerales críticos y experta en tierras raras del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, su sigla en inglés), recordó que Argentina se perfila como futuro productor de cobre, gracias al Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI).
Por si fuera poco, el país también destaca como fuente de energía nuclear para alimentar las demandas de data centers e inteligencia artificial, donde EEUU tiene su mirada desde hace años.
“Es difícil ver cómo el mundo cubrirá la demanda de cobre necesaria para centros de datos y transmisión de energía sin la Argentina”, afirmó Baskaran.
La experta citó también el índice del think-thank canadiense Fraser Institute de 2025, que ponen a la nación austral en el podio de atractivo minero por sobre Chile y Bolivia, con los que forma el Triángulo del Litio, que posee el 56% de las reservas mundiales del mineral blanco.
Pero en las consultoras Capital Economics y Oxford hay escepticismo. "La salvaguarda no resuelve los problemas profundos de Argentina ni modifica el hecho de que el régimen cambiario actual es insostenible", dijo Sperrfechter.
"Estimamos que, pese a las caídas de los últimos meses, el peso sigue sobrevaluado en un 30%. Esto perjudica la competitividad externa de Argentina y limita la acumulación de reservas de divisas. Por lo tanto, si bien el apoyo de EEUU podría dar tiempo al Gobierno de Milei, no lo exime de abordar el desalineamiento del tipo de cambio una vez que las elecciones intermedias hayan pasado", señaló.
Oxford Economics agregó: "El apoyo de EEUU a Argentina es un parche curita, no una cura". "Si bien la medida ofrece un impulso a la confianza de los mercados y garantiza el pago de bonos en 2026, el préstamo dista mucho de resolver los problemas de Argentina".
El desafío para Milei, entonces, será transformar este apoyo en un programa económico sostenible. De lo contrario, la ayuda de Washington será recordada como otra tregua transitoria en la larga saga de crisis argentinas.