Esta semana el petróleo Brent se sumergió por debajo de los US$ 60 el barril, a un paso de sus mínimos de 2021, en un periodo marcado aún por la pandemia. Estos niveles de precios lo han llevado a caídas de casi 20% en el año.
Las razones son muchas y variadas. Esta semana se vino una ola bajista debido a los avances en las negociaciones de paz en Ucrania y un eventual fin de la guerra. Esta situación permitiría el levantamiento progresivo de las sanciones adoptadas contra Rusia, en un contexto de superávit de oferta.
Sin embargo a mediados de semana el panorama cambió. La cotización del petróleo WTI y del Brent subió tras el bloqueo ordenado por Trump de todos los petroleros sancionados que entren y salgan de Venezuela y ante posibles nuevas sanciones de EEUU a Rusia, luego de que Putin declarara que quería anexar más tierras ucranianas.
Pese a ello, los bancos de inversión no descartan que durante el próximo año el precio del crudo se consolide por debajo de los US$ 60. Las últimas estimaciones de JPMorgan para el barril de Brent en 2026 contemplan una caída hasta los US$ 58, mientras que los riesgos de superávit de oferta mantienen su proyección para el 2027 en US$ 57.
Oxford Economics también estima un superávit de oferta de 2 millones de barriles diarios, lo que a su juicio podría significar precios de US$ 58 en 2026 y US$ 55 en 2027.
La estimación más bajista es la de Goldman Sachs. El banco estadounidense también anticipa 2 millones de barriles de superávit de oferta, pero una caída en los precios del crudo Brent y WTI a US$ 56 y US$ 52 por barril, respectivamente, en 2026, a menos de que se produzcan importantes shocks de suministro.
Por su parte, Standard Chartered ve los niveles de precios del WTI en US$ 59,890 durante 2026.
En tanto, Bloomberg señala que Fitch Rating mantuvo esta semana su perspectiva “neutral” para el sector global de petróleo y gas en 2026, previendo un precio promedio para el Brent de US$ 63 por barril, por debajo de los US$ 69 de 2025.
Los analistas de ANZ en su último informe han moderado los riesgos bajistas sobre el precio del crudo. Apuntan a un cierre de 2025 en torno de los US$ 62. Para 2026 ANZ plantea que el barril de petróleo se moverá entre los US$ 60 y US$ 70 dependiendo del desenlace que tengan las negociaciones de paz en Ucrania.
UBS también propone un escenario de rebote. El banco suizo proyecta una recuperación hacia niveles de US$ 65 el barril a mediados de 2026 y de US$ 67 a finales del año.
Los factores en la caída
Dentro de los factores determinantes que están moviendo el piso al petróleo se encuentran cuatro.
El primero es el exceso de suministro. Se prevé un superávit global de aproximadamente 2 millones de barriles diarios (mb/d) para 2026, impulsado por proyectos a largo plazo que finalmente entrarán en operación y el aumento en la producción de países fuera de la OPEP+.
Así tenemos con producción récord a Estados Unidos, Guyana y Brasil que crea un excedente significativo (casi 4 mb/d proyectados para 2026), presionando los precios a la baja (WTI por debajo de US$ 55/barril).
A esto se suma un segundo factor, la estrategia de la OPEP+ de comenzar a deshacer gradualmente de los recortes de producción (lo que partió este año), y que añade presión a la baja si la demanda no repunta.
El tercer factor según un informe de Goldman Sachs es el geopolítico. Si bien persisten riesgos por las sanciones a Rusia y Venezuela, el foco del mercado ha virado hacia la acumulación de inventarios en los países de la OCDE.
El cuarto elemento es China. El gigante asiático ha estado acumulando inventarios. Las compras estratégicas de China han ayudado a sostener los precios, pero el mercado se dirige a un equilibrio con precios más bajos.
Perspectivas de demanda
Los informes recientes plantean una demanda global de petróleo en crecimiento (OPEP proyecta hasta 105.14 mb/d en 2025-2026), pero enfrentando una sobreoferta persistente que presiona los precios a la baja, con peaks de producción en América y una demanda que se modera en economías desarrolladas.
Por su parte la Agencia Internacional de Energía (AIE) prevé un aumento continuo hasta 2030-2050, con el mercado ahora influenciado por factores geopolíticos como sanciones a Venezuela y Rusia.
En tanto, el Banco Mundial plantea un crecimiento lento en 2025 (0,8 mb/d), con demanda anual de ~103,8 mb/d para 2025 y ~104,5 mb/d para 2026, anticipando una tendencia de crecimiento moderado.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo en su informe de diciembre, indica que en 2026, se prevé que la demanda mundial de petróleo crezca aproximadamente 1,4 mb/d interanual, sin cambios respecto a la evaluación del mes pasado. "Se prevé que la OCDE crezca aproximadamente 0,2 mb/d interanual, mientras que en los países no pertenecientes a la OCDE se prevé que crezca aproximadamente 1,2 mb/d interanual", indica el reporte.