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China vive, respira y compra fútbol...mucho fútbol

La reciente partida del argentino Carlos Tevez a la Superliga confirma el ferviente interés de ese país por un deporte que paradójicamente no es de los más populares.

Por: David Nogales Toledo | Publicado: Jueves 29 de diciembre de 2016 a las 16:16 hrs.
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Carlos Tevez marcó lo que aparentemente es un nuevo récord en el multimillonario mercado del fútbol. El argentino ídolo de Boca Juniors fichó por el Shanghai Shenhua tras pactar un sueldo que opaca al de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, los reyes indiscutidos del planeta fútbol.

Los medios deportivos hablan de un contrato por el que el argentino percibirá nada más y nada menos que US$ 40 millones al año. Si fuera en Chile, y sin descontar los respectivos impuestos, Carlitos recibiría unos $ 73 millones diarios. Sí, diarios.

Lo de Tevez, sin embargo, no es un hecho aislado. China empieza a convertirse en un seductor destino para los grandes talentos del fútbol mundial que siempre han preferido Europa no sólo por los millonarios contratos sino también por la competitividad y el prestigio de sus clubes.

A China están llegando jugadores cada vez más competitivos, a diferencia de lo que sucede, por ejemplo, con las ligas árabes que, generosas en dinero, se han caracterizado por contratar estrellas que están casi más allá del ocaso de su carrera.

Tevez se unirá en China a su compatriota Ezequiel Lavezzi y otras estrellas como el marfileño Gervinho, el italiano Graziano Pellé, el colombiano Jackson Martínez y los brasileños Hulk, Ramires, Renato Augusto, Alex Teixeira y Óscar. Estos dos últimos ya habían hecho noticia tras firmar contratos por récord por 50 millones de euros y 70 millones de euros, respectivamente.

Cabe recordar también que Manuel Pellegrini dejó la competitiva liga británica para emigrar y dirigir en China y en los últimos días se ha rumorado de una posible oferta estratosférica por Alexis Sánchez que aún no renueva por el Arsenal.

"Cada año el número de clubes capaces de hacer grandes gastos parece aumentar a medida que vemos más y más clubes tomados por grandes empresas", dijo Chris Atkins, experto en fútbol chino y representante de jugadores en el país asiático e intermediario a Sky Sports.

China quiere más fútbol

Pero China no sólo está atrayendo talento para abastecer y enriquecer su liga. Los empresarios chinos están saliendo derechamente a comprar equipos de fútbol en el mundo.

Suning, firma controlada por el magnate chino Zhang Jindong, adquirió en junio pasado el 70% del Inter de Milán en unos US$ 300 millones.

Su eterno rival, el AC Milán, también pasó a manos chinas. En agosto el empresario y ex primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, llegó a un acuerdo para vender el 99,3% del club rossonero, en 740 millones de euros, a Sino-Europe Investment Management Changxing. Se trata de una sociedad formada por Haixia Capital, el fondo del estado para el desarrollo y las inversiones; el empresario Yonghong Li y otros inversionistas, algunos de ellos también de propiedad del estado, según medios italianos.

En Inglaterra, el Manchester City llegó a un acuerdo con el cual la china CMC-CITIC Capital se quedó con el 13% de sus acciones en una transacción valorada en US$ 400 millones.

Al club de Claudio Bravo se suma el West Bromwich Albion que fue adquirido en una cifra estimada en US$ 177 millones por un grupo de inversores de Lai Guochan. El Aston Villa, equipo de la nobleza británica, fue comprado por el grupo chino Recon Group en US$ 76 millones, mientras que Wolverhampton pasó 100% a manos de Fosun en US$ 60 millones.

La billetera china también se instaló en España y no en cualquier equipo. El gigantesco conglomerado empresarial Wanda se quedó con el 20% del Atlético de Madrid en 45 millones de euros, lo mismo que pagó Rastar Group por el 45,1% del Espanyol, de Barcelona.

Contratos

Pero hay más. Wanda se ganó un contrato con FIFA para ser sponsor hasta el año 2030 y aunque no se ha confirmado el monto de ese acuerdo, algunos medios lo cifran en más de US$ 150 millones.

Jack Ma, el carismático empresario chino dueño del gigante del comercio electrónico Alibaba, también invierte en fútbol. El magnate es propietario del Guangzhou Evergrande Taobao, uno de los equipos más grandes de la Superliga China. El club que en 2015 jugó el mundial de clubes -que terminó ganando el Barcelona- tuvo como director deportivo al italiano Marcello Lippi, quien hoy es el entrenador de la selección de China.

Jack Ma también sonó en algún momento como potencial comprador del AC Milan.

Según datos de Bloomberg, las empresas chinas han invertido US$ 1.700 millones en activos deportivos –la gran mayoría en relación al fútbol– desde comienzos de 2015.

A fines de junio pasado, Adidas anunció un acuerdo con la división de deportes de Wanda para promover el fútbol y otras disciplinas en ese país, además de abrir tiendas propias en los centros comerciales de Wanda Group.

La firma alemana también inauguró este año su primer establecimiento global dedicado al fútbol en la sureña ciudad de Guangzhou, y dijo que duplicará a 20 millones el número de niños chinos en entrenamiento a través de una asociación con el Ejecutivo.

Cuestión de Estado

China es un país de atletas y gimnastas olímpicos con cientos de medallas. El fútbol no es muy popular. Está lejos del tenis de mesa, el bádminton y el básquetbol que tuvo un gran periodo de internacionalización mediática con la llegada de Yao Ming a la NBA de EEUU.

Pero a Xi Jinping le gusta. El primer ministro de China y secretario general del Partido Comunista de China lo motiva tanto que se está convirtiendo en casi una cuestión de Estado.

China ha clasificado apenas a una Copa del Mundo (2002) y está lejos de los grandes representantes de Asia. Japón ha jugado 5 mundiales mientras que Corea disputó 9. Ambos países además organizaron la World Cup de 2002.

Xi quiere organizar un mundial y eventualmente ganarlo en unos 15 años más. La aspiración más inmediata es que la selección mayor sea la más fuerte de esa región en 2020, hecho que se ve difícil toda vez que su clasificación a Rusia 2018 parece tarea imposible. China se ubica en el puesto 82 del ranking FIFA que encabezan Argentina, Brasil, Alemania y Chile.

El líder chino está trabajando para instalar a su país en la elite del fútbol mundial. Para lograr este objetivo, su gobierno se comprometió a construir una industria deportiva de 5 billones de yuanes (unos US$ 718 mil millones al cambio actual) para 2050. Hace apenas cinco años, esa cifra era de cero.

El plan incluye importantes obras en infraestructura con al menos 20.000 centros de entrenamiento y 70.000 canchas dentro de cuatro años.

China espira a que haya una cancha por cada 10 mil habitantes en 2030 y que se intensifique el apoyo en entrenamiento para los niños del país.

Chile en China

Al margen de la millonaria contratación de Tevez, el mundo del fútbol observa con atención los preparativos para la China Cup, un nuevo torneo de fútbol de selecciones (patrocinado por Wanda) que cuenta con el visto bueno de la FIFA.

El torneo que debuta este año y que tendrá a China como miembro permanente (como para reafirmar la importancia que tiene ese deporte para las autoridades y empresarios) tiene como ingrediente especial la participación de Chile que irá como flamante bicampeón de América.

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